La sequía ha causado estragos en la producción agrícola de Argentina, con pérdidas estimadas de más del 70%, lo que ha llevado a los agricultores a pedir medidas urgentes para afrontar esta situación. El cultivo de frutas tropicales, que solía ser rentable, ahora está en riesgo debido a la escasez de precipitaciones. Esta sequía ha afectado especialmente a las regiones agrícolas donde se cultivan frutas como mangos, aguacates y bananas. El bajo nivel de agua en los suelos ha dificultado el desarrollo de los cultivos, lo que ha llevado a una disminución en la producción y calidad de las frutas tropicales. Los agricultores se enfrentan a grandes desafíos, ya que la sequía no solo ha afectado la producción, sino que también ha aumentado los costos de riego y ha causado daños en los sistemas de riego. Muchos agricultores han tenido que abandonar el cultivo de frutas tropicales debido a la falta de rentabilidad. Ante esta situación, los agricultores están pidiendo medidas de apoyo por parte del gobierno, como subsidios para sistemas de riego más eficientes, asesoramiento técnico y acceso a créditos a bajo interés. Estas medidas ayudarían a los agricultores a enfrentar la sequía y a mejorar la rentabilidad de sus cultivos. Sin embargo, el problema de la sequía no tiene soluciones a corto plazo. Los expertos advierten que el cambio climático está aumentando la frecuencia e intensidad de las sequías en Argentina, lo que supone un desafío aún mayor para los agricultores. En resumen, la sequía está poniendo en peligro la producción agrícola en Argentina, especialmente el cultivo de frutas tropicales. Los agricultores esperan pérdidas significativas y han pedido medidas para enfrentar esta crisis. Es crucial que el gobierno y la sociedad en general tomen conciencia de la importancia de apoyar a los agricultores en tiempos de sequía y trabajar juntos para encontrar soluciones sostenibles a largo plazo.