La educación desempeña un papel fundamental en el desarrollo de una sociedad. No solo es una herramienta para el crecimiento personal y profesional, sino que también puede tener un impacto positivo en el ámbito político. En Argentina, como en muchos otros países, la educación ha sido un factor determinante para la construcción de una ciudadanía informada y comprometida. La formación de ciudadanos críticos es fundamental para el funcionamiento de la democracia. Un ciudadano informado y educado tiene la capacidad de analizar de manera objetiva y racional las propuestas políticas, discerniendo entre las políticas efectivas y aquellas que son meramente populistas. La educación política en las escuelas es clave para fomentar esta formación crítica. Mediante la enseñanza de conceptos como democracia, participación ciudadana, derechos y deberes, se promueve la reflexión y el análisis de las decisiones políticas que afectan a la sociedad. Un ciudadano crítico no solo se limita a estar informado, sino que también participa activamente en la vida política de su país. Ya sea a través del voto, la intervención en debates públicos o la participación en organizaciones sociales, el ciudadano crítico busca contribuir al mejoramiento de las políticas públicas y al bienestar de la sociedad en su conjunto. Además, la educación también favorece la construcción de una ciudadanía ética y comprometida. La formación en valores como la tolerancia, la igualdad y el respeto por los derechos humanos, promueve la construcción de una sociedad justa y equitativa. Es importante destacar que, si bien la educación no es el único factor que influye en el ámbito político, sí es uno de los más relevantes. La educación proporciona las herramientas necesarias para que los ciudadanos puedan entender y participar de manera activa en la política, promoviendo una sociedad más justa y democrática. En conclusión, la educación desempeña un papel fundamental en la formación de ciudadanos críticos y comprometidos con la política. Mediante la educación política en las escuelas y la formación en valores, se contribuye a construir una sociedad informada, participativa y ética. Es responsabilidad de todos promover la importancia de la educación como base para un sistema político sólido y transparente.