El mundo del espectáculo argentino se vio sacudido por una polémica que involucró a tres figuras de renombre: Julio Chávez, Ricardo Darín y Alfredo Casero. Todo comenzó con las declaraciones de Darín, quien criticó la sobrevaloración de las transformaciones físicas en la actuación, sin mencionar nombres pero generando interpretaciones directas hacia la interpretación de Chávez en "La Ballena". Esta crítica sutil, sin embargo, desató una reacción en cadena. Chávez, en una entrevista, respondió con una aparente ironía, alabando la inteligencia social de Darín mientras sorprendentemente afirmaba no conocerlo bien. Esta respuesta ambigua generó aún más especulaciones y abrió la puerta a una interpretación de indirectas y rivalidad. La situación se intensificó cuando Casero, en una entrevista con Puro Show, arremetió contra Chávez, acusándolo de haber arruinado su último trabajo importante en televisión y de tener un trato despectivo con sus colegas. Casero mencionó específicamente la serie "Farsantes", donde ambos compartieron elenco, afirmando que Chávez contribuyó a la salida de Facundo Arana y al final anticipado del programa debido a conflictos internos. La respuesta de Chávez a las declaraciones de Casero fue de sorpresa y negación, cuestionando si él tenía el poder para perjudicar la carrera de un artista tan talentoso como Casero. La entrevista se caracterizó por la incomodidad y la reticencia de Chávez a profundizar en el tema. Sin embargo, el giro inesperado llegó con las disculpas públicas de Casero. A través de un video en redes sociales, el humorista manifestó su arrepentimiento, calificó sus declaraciones anteriores como una "estupidez" y una "porquería", pidiendo perdón a Chávez de corazón. Posteriormente, Chávez volvió a referirse a la polémica, esta vez en una entrevista con Infobae. Aclaró que no era amigo de Darín, explicando su anterior afirmación de "no conocerlo" como una referencia a la falta de una amistad cercana. Reafirmó su postura, diciendo que siempre dice lo que quiere decir, independientemente de las consecuencias. Sobre las críticas de Casero, se preguntó retóricamente cómo él podría tener tanto poder para perjudicar la carrera de un artista de la talla de Casero. El conflicto, que inicialmente parecía una batalla de egos y declaraciones indirectas, terminó con un pedido de disculpas público y la aclaración por parte de Chávez. La polémica deja en evidencia las tensiones latentes en el medio artístico y cómo una crítica inicial puede generar una reacción en cadena con consecuencias imprevistas.