Un nuevo apagón sumió en la oscuridad al centro de Buenos Aires, dejando a miles de usuarios sin electricidad y afectando severamente el funcionamiento de teatros, comercios y oficinas. Analizamos las causas, las consecuencias y los antecedentes de este preocupante evento.
El jueves 22 de mayo de 2025, un masivo apagón afectó a miles de usuarios en el corazón de Buenos Aires, dejando sin luz a una extensa zona del Microcentro. Más de 13.000 hogares, numerosos teatros, comercios y edificios entre la Avenida 9 de Julio y la calle Uruguay quedaron a oscuras, generando un caos generalizado en una de las zonas más transitadas de la ciudad. El impacto fue particularmente visible en la Avenida Corrientes, paralizando la actividad en plena función de obras teatrales.
Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), la zona afectada cae bajo la concesión de Edesur, que experimentó un pico de interrupciones en su red de distribución. El Obelisco, ícono de la ciudad, permaneció sin iluminación, reflejando la magnitud del corte. La hora estimada de normalización, según el ENRE, fue la 00:29 del viernes 23 de mayo, aunque la recuperación fue progresiva.
Las redes sociales se inundaron de imágenes y videos que mostraban la Avenida Corrientes sumida en la penumbra, con personas evacuando teatros y caminando entre sombras. El impacto sobre la actividad económica y cultural fue significativo, obligando a la suspensión de múltiples eventos.
Aunque el ENRE inicialmente no informó la causa del corte, fuentes del sector eléctrico apuntaron a una falla en el servicio de media tensión. Un gráfico oficial mostró un salto abrupto en la cantidad de usuarios sin servicio (UFS) entre las 19:30 y las 20:15, alcanzando un máximo de más de 17.000 UFS en el área de Edesur. A las 20:55, la cifra disminuyó a 11.114 UFS, mientras Edenor reportaba solo 625 UFS, destacando una significativa disparidad entre ambas prestadoras durante el evento.
Este apagón no es un hecho aislado. El 7 de mayo del mismo año, más de 13.000 usuarios sufrieron un corte similar en la misma zona, afectando nuevamente los teatros sobre la Avenida Corrientes. Un evento aún más grave ocurrió el 5 de marzo, con un apagón que afectó a aproximadamente 550.000 usuarios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el sur del Conurbano, con un origen en la salida de la doble terna de alta tensión de la subestación Bosques-Hudson, operada por Edesur. Este corte evidenció una creciente presión sobre el sistema energético.
La recurrencia de estos apagones en el centro porteño plantea interrogantes sobre la infraestructura eléctrica y la capacidad de respuesta del sistema ante eventos de esta magnitud. La investigación de las causas de cada corte es crucial para prevenir futuros incidentes y garantizar un servicio eléctrico confiable para todos los usuarios. La falta de información oficial inmediata sobre el origen de estos cortes genera preocupación y exige una mayor transparencia por parte de las autoridades y empresas prestadoras del servicio.