El centrocampista del Manchester City, Rodri, ha recibido el alta médica y podría participar en el partido de su equipo contra el Bournemouth. El jugador de 28 años no ha jugado desde que sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) de su rodilla derecha en un partido contra el Arsenal en septiembre. En noviembre, Rodri declaró que su objetivo era volver a jugar antes de que finalizara la temporada 2024-25, y en abril regresó a los entrenamientos. Su regreso es un gran impulso para el City, que se enfrenta al Fulham en Craven Cottage en su último partido de la Premier League antes de viajar a Estados Unidos para competir en la Copa Mundial de Clubes el próximo mes. Si bien su participación en la semifinal de la Liga de Naciones de España contra Francia el 5 de junio aún no se ha confirmado, el Manchester City se mostró optimista en un comunicado reciente. El club señaló que la vuelta de Rodri dependería del visto bueno del médico oficial y que se tomarán las precauciones necesarias para evitar una recaída. La recuperación ha sido un proceso cuidadoso, priorizando su estabilidad y evitando cualquier paso atrás que pudiera volver a lesionarlo. El partido contra el Bournemouth también marcará el último partido en casa de Kevin De Bruyne con el club. De Bruyne, quien ha expresado su descontento por la situación, probablemente no formará parte de la plantilla que viaje a Estados Unidos. El City, que viene de una derrota por 1-0 ante el Crystal Palace en la final de la FA Cup, ocupa actualmente la sexta posición en la Premier League. Una victoria en el Etihad Stadium hoy podría elevarlos a la tercera posición y asegurar un lugar en la Champions League antes de la última jornada de la temporada. La presión está alta, ya que una victoria se necesita para asegurar un lugar en la elite europea para la próxima temporada. La incertidumbre sobre la participación de Rodri en la próxima Liga de Naciones agrega un componente adicional a la situación del jugador y del equipo. El regreso de Rodri representa una inyección de moral para un Manchester City que necesita asegurar su lugar en la Champions League para la próxima temporada y que ha mostrado signos de inconsistencia a lo largo de la campaña. Su vuelta ofrece a Pep Guardiola una opción clave en el mediocampo, mejorando la calidad y la profundidad de su escuadra.