Las recientes inundaciones que azotaron el norte de la provincia de Buenos Aires dejaron una estela de destrucción y, lamentablemente, víctimas fatales. Entre ellas, se encuentra Diego Uriburu, de 71 años, tío de la reconocida modelo y conductora Sofía Zámolo. Su fallecimiento ha conmovido al país y puesto de manifiesto la magnitud de la tragedia.

Uriburu desapareció el viernes 16 de mayo alrededor de las 5 de la tarde mientras conducía su Renault Kwid por la ruta 41, entre San Antonio de Areco y Baradero. La intensa lluvia, que superó los 410 milímetros en pocas horas, provocó el desborde de ríos y arroyos, dejando incomunicadas varias zonas y convirtiendo las rutas en peligrosos pantanos.

Sofía Zámolo, desesperada por la falta de noticias sobre su tío, recurrió a las redes sociales para pedir ayuda. Su conmovedora publicación se viralizó rápidamente, generando una ola de solidaridad y apoyo, pero lamentablemente sin éxito en la búsqueda inicial. Diego era insulinodependiente y no llevaba consigo su medicación, un factor que agravó su situación de vulnerabilidad ante la emergencia.

Tras dos días de intensa búsqueda por parte de la familia, Bomberos de la Policía de la Provincia y la Dirección de Rescate encontraron el cuerpo sin vida de Diego Uriburu este domingo en un tramo inundado de la ruta 41. El hallazgo fue confirmado por Fabián García, director de Defensa Civil de la Provincia, en una entrevista radial. La falta de comunicación y la imposibilidad de acceder a atención médica a tiempo, producto del desastre natural, probablemente contribuyeron a su fatal desenlace.

La tragedia de Diego Uriburu no es un caso aislado. Las inundaciones dejaron a miles de personas evacuadas y causaron importantes daños materiales. Además, se continúan las tareas de búsqueda de otras personas desaparecidas en diferentes zonas afectadas. El gobernador Axel Kicillof y la ministra Patricia Bullrich coordinaron operativos conjuntos con helicópteros y embarcaciones para asistir a los afectados, mientras que en zonas como Zárate y Campana, el Ejército y las fuerzas federales colaboraron en las tareas de rescate y asistencia.

El caso de Diego Uriburu sirve como un crudo recordatorio de la fuerza de la naturaleza y la vulnerabilidad humana ante desastres naturales. Su historia destaca la importancia de la preparación ante emergencias, la solidaridad comunitaria y la necesidad de contar con sistemas de respuesta eficiente ante situaciones de este tipo.

Mientras la provincia se recupera de las consecuencias de las inundaciones, la familia de Diego Uriburu llora su pérdida, mientras Sofía Zámolo y sus seres queridos intentan sobrellevar este doloroso momento.