El Festival de Cannes 2025 ha sido testigo del regreso triunfal de Jennifer Lawrence con la película 'Die My Love', una adaptación de la novela 'Matate, amor' de Ariana Harwicz. Dirigida por Lynne Ramsay, la cinta presenta a Lawrence en un papel desgarrador como Grace, una mujer que lucha contra la depresión postparto tras el nacimiento de su segundo hijo. La película no elude las escenas de sexo explícito, contrastando la pasión inicial con el desmoronamiento posterior de la relación con su pareja, interpretada por Robert Pattinson. Lawrence, quien estuvo embarazada durante el rodaje, ha declarado que su propia experiencia con el postparto fue fundamental para dar vida a Grace. En una emotiva conferencia de prensa, describió la experiencia como "aislante" y "desgarradora", revelando la intensidad emocional que la actriz ha canalizado en su actuación. La cruda representación de la depresión postparto, la violencia y la locura de Grace han cautivado y conmocionado a la audiencia. Robert Pattinson, quien también se convirtió en padre recientemente, aporta una interpretación sensible como el marido de Grace, que se ve desbordado por la situación. Su personaje, aunque comprensivo, se muestra incapaz de lidiar con la magnitud de la crisis que atraviesa su mujer. El elenco se completa con LaKeith Stanfield, Sissy Spacek y Nick Nolte, que aunque con roles menores, contribuyen a la atmósfera opresiva y llena de tensión de la película. La dirección de Lynne Ramsay es característicamente audaz, con un montaje que potencia el impacto emocional y una banda sonora que enfatiza la fragilidad y la violencia que se respira. La cinematografía crea una atmósfera opresiva, magnificando el aislamiento y la espiral descendente de Grace. El contraste entre momentos de ternura y pasión iniciales con el drama y la violencia posterior contribuye a mostrar una visión descarnada de la realidad postparto. 'Die My Love' no solo es una exploración de la depresión postparto, sino también un análisis penetrante de las dinámicas de pareja, la maternidad y la fragilidad de la mente humana. La película, sin duda, ha generado un gran debate sobre la maternidad y la salud mental, gracias a la poderosa interpretación de Jennifer Lawrence y la dirección visceral de Lynne Ramsay. Su estreno en Cannes ha sido uno de los eventos más comentados del festival, generando gran expectación para su lanzamiento comercial.