La actriz Demi Moore, de 62 años, fue una de las grandes protagonistas de la Gala TIME100 2025 celebrada en la ciudad de Nueva York. La estrella de cine llegó luciendo un conjunto etéreo personalizado de color marfil, creado por la colaboración entre Zac Posen y Kim Jones en el Gap Studio, y estilismo de Brad Goreski. El vestido tipo vaina contaba con una falda fluida y una abertura alta, mientras que el corpiño presentaba un fruncido en la cintura y un escote halter. Para completar el look, Moore lució una blazer a juego sobre sus hombros, creando un aire de sofisticación y elegancia. Su maquillaje, en tonos suaves y bronceados, incluía un ligero rubor rosa y un labial malva. Pero el verdadero foco de atención fueron sus joyas: Demi Moore brillaba con un anillo entre los dedos con tres diamantes marquesa, pendientes colgantes con dos hileras de seis diamantes cada uno (24 diamantes en total), y un brazalete de diamantes de gran tamaño. La actriz, nominada al Oscar por su papel en "The Substance", parecía una verdadera joya en sí misma. La Gala, celebrada en el Jazz at Lincoln Center, reunió a una impresionante lista de celebridades, incluyendo a Blake Lively, Adrien Brody, Scarlett Johansson, Serena Williams, Simone Biles, Gayle King y Kristen Bell. Moore fue honrada como uno de los Iconos de 2025, junto a otras figuras influyentes como Brody, Jalen Hurts, Gisèle Pelicot, Hiroyuki Sanada, Angeline Murimirwa, David Miur, Raquel Willis, Bobbi Brown, Anthony D. Romero, Yoshiki y Amy Griffin. La ceremonia sirvió como un escenario perfecto para celebrar logros y contribuciones excepcionales. Tras la gala, Demi Moore reflexionó sobre su nominación al Oscar, perdida frente a Mikey Madison. Si bien admitió haber experimentado decepción al no ganar, ya que las proyecciones la daban como favorita, Moore expresó una perspectiva madura y reflexiva. Señaló que percibió una razón mayor y un servicio al que debía dedicar su atención. Para ella, la derrota significaba que aún quedaba trabajo por hacer en el campo que representa su labor artística. En otro orden de ideas, se destacó recientemente un artículo en la revista PEOPLE en el que Demi Moore habla sobre su evolución en cuanto a su imagen y la salud integral. Se aleja de las dietas y los ejercicios extremos que realizaba por exigencias de roles pasados en películas como “Striptease” y “G.I. Jane”, priorizando ahora la salud, el bienestar y la longevidad. Comparte su transformación hacia un mayor cuidado de sí misma y un enfoque más holístico a su salud y apariencia física. Esto representa un mensaje de auto aceptación y un ejemplo de cómo la perspectiva sobre la imagen corporal puede cambiar con el tiempo.