El Emirates Stadium vibró con el regreso de Bukayo Saka. Después de 101 días alejado de las canchas por lesión, el joven inglés volvió a la acción y marcó un gol solo siete minutos después de ingresar al campo, sellando la victoria del Arsenal por 2-1 sobre el Fulham. El partido, disputado el 1 de abril de 2025, fue una muestra de la importancia de Saka para el equipo de Mikel Arteta. El Arsenal comenzó dominando la posesión, pero la ausencia de Saka se sintió en la falta de profundidad en ataque. Mikel Merino abrió el marcador al minuto 37, con un disparo desviado tras un centro de Ethan Nwaneri. Sin embargo, la lesión temprana de Gabriel fue una preocupación para Arteta, especialmente con el crucial partido de Champions League contra el Real Madrid a la vuelta de la esquina. La entrada de Saka al campo en el segundo tiempo cambió el rumbo del encuentro. Su presencia elevó la moral del equipo y del estadio, recibiendo una ovación de pie durante el calentamiento. Al minuto 73, aprovechó un pase de Gabriel Martinelli para marcar un cabezazo preciso al poste lejano, demostrando su instinto goleador intacto. Fulham, con un planteamiento defensivo bajo el mando de Marco Silva, intentó aguantar el resultado. Tuvieron oportunidades para igualar, incluyendo un cabezazo desviado por Muniz a bocajarro. Rodrigo Muniz logró descontar en el tiempo añadido con un disparo desviado por Saliba, pero fue demasiado tarde para evitar la derrota. El triunfo deja al Arsenal a nueve puntos del líder, Liverpool, manteniendo vivas sus esperanzas en la liga. El partido también resaltó la diferencia en el ataque del Arsenal con y sin Saka: en los 16 partidos que el joven estuvo disponible, marcaron 34 goles (2.1 por partido); en los 13 que se perdió, solo 19 (1.5 por partido). Este dato enfatiza su crucial rol en el esquema ofensivo del Arsenal. El siguiente desafío para los Gunners es el partido contra el Everton, antes de afrontar la eliminatoria de cuartos de final de la Champions League contra el Real Madrid. El regreso de Saka llega en el momento ideal para Arteta, dando un impulso de confianza al equipo ante un desafío europeo de gran envergadura. El análisis de las estadísticas post-partido muestra la superioridad del Arsenal en disparos, posesión y ocasiones de gol, consolidando su victoria sobre un Fulham que plantó una férrea defensa.