A sus 87 años, Claudio García Satur, el inolvidable Rolando Rivas, regresa al escenario del Multiteatro para un encuentro único con su público. En una entrevista exclusiva, el actor reflexiona sobre su icónico papel, los desafíos de la fama, su pasión por el teatro y su deseo de encontrar el amor.
Claudio García Satur, el nombre evoca inmediatamente la imagen del emblemático taxista porteño que cautivó a generaciones. A sus 87 años, este ícono de la televisión y el teatro argentino vuelve a la escena, no para interpretar un personaje, sino para compartir su vida y trayectoria en un espectáculo íntimo y conmovedor titulado "El Rolo y yo". La presentación, con entradas agotadas en el Multiteatro, promete ser mucho más que una simple charla; será un ritual de conexión entre el artista y el público que lo catapultó a la fama.
En una entrevista exclusiva con LA NACION, García Satur se muestra reflexivo y honesto. Habla con franqueza sobre el peso de la fama tras el éxito arrollador de Rolando Rivas, taxista, la creación de Alberto Migré. Reconoce el impacto que tuvo en su vida, la presión constante y la dificultad de lidiar con una popularidad desmesurada: "Vivía en la calle Juncal y el teléfono de mi casa estaba descolgado todo el día... No fue fácil, no estaba preparado para un éxito de esa dimensión." Recuerda con cariño a Migré, describiéndolo como "el Troilo de la escritura", y reflexiona sobre la profundidad de sus guiones, que iban más allá del simple entretenimiento.
Pero García Satur es mucho más que Rolando Rivas. Su trayectoria abarca una extensa lista de obras teatrales y apariciones televisivas, desde clásicos del teatro argentino hasta participaciones en programas como Tiempo Final. El actor, con una lucidez asombrosa, comparte anécdotas de su infancia en Boedo, sus inicios en el teatro, sus experiencias en Estados Unidos trabajando en el Shakespeare Festival, y su compromiso social que lo llevó a abrazar el anarquismo en su concepto social.
La conversación deriva hacia su vida personal, su visión de la sociedad actual, sus problemas de salud y su inesperado deseo de enamorarse a los 87 años: "Si hay alguna ‘mina’, acá estoy, y perdón por la expresión que no está de moda. Si hay una muchacha que quiera conocerme… Se llevará un hermoso disgusto." Con humor y autocrítica, admite haber sido "bastante mujeriego", reconociendo también las implicaciones del machismo en su propia formación.
En "El Rolo y yo", García Satur promete un viaje introspectivo por su vida, desde sus recuerdos de infancia hasta las reflexiones sobre la fama, la soledad, el paso del tiempo y la muerte. Será una oportunidad única para conectar con un artista completo, un hombre que, a pesar de haber alcanzado la cúspide del éxito, conserva la humildad y la pasión por su oficio. La presentación es una celebración de una larga y fructífera carrera, pero también una invitación a compartir un momento íntimo con un ícono que sigue inspirando y conmoviendo.
Su regreso al escenario, con las entradas agotadas, demuestra que el público sigue esperando con ansias la posibilidad de ver y escuchar a Claudio García Satur, un hombre que, con 87 años, sigue teniendo mucho para decir y mucho que dar.