El escándalo de Signal: Cómo un periodista recibió por accidente los planes de guerra de la administración Trump

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Un periodista de The Atlantic revela cómo fue accidentalmente incluido en un grupo de chat de Signal donde altos funcionarios de la administración Trump discutían y compartían detalles confidenciales sobre ataques militares inminentes en Yemen. Un fallo de seguridad con graves implicaciones legales y de seguridad nacional.

En marzo de 2025, el mundo supo poco antes de las 2 p.m., hora del este, que Estados Unidos estaba bombardeando objetivos hutíes en Yemen. Lo que pocos sabían es que Jeffrey Goldberg, editor de The Atlantic, había recibido el plan de guerra a las 11:44 a.m. a través de un mensaje de texto de Pete Hegseth, el secretario de defensa. El plan incluía información precisa sobre paquetes de armas, objetivos y cronograma. La historia comienza después de la invasión de Hamás al sur de Israel en octubre de 2023. Los hutíes, un grupo terrorista respaldado por Irán, lanzaron ataques contra Israel y el transporte marítimo internacional, causando estragos en el comercio mundial. La administración Biden tuvo una respuesta ineficaz, mientras que la entrante administración Trump prometió una respuesta más contundente. Goldberg recibió una solicitud de conexión en Signal de un usuario identificado como Michael Waltz, el asesor de seguridad nacional del presidente Trump. Tras aceptar, dos días después, fue añadido a un grupo de chat llamado "Houthi PC small group". El grupo incluía a varios altos funcionarios, incluyendo al vicepresidente, quienes discutieron los planes de ataque contra los hutíes. La conversación incluyó debates sobre la conveniencia de los ataques, las consecuencias económicas, la necesidad de comunicar la situación al público, y los posibles riesgos de retrasar la acción. Se compartieron detalles operativos sobre los ataques, incluyendo información sobre los objetivos, las armas y la secuencia de los ataques, horas antes de que comenzaran los bombardeos. Goldberg, inicialmente escéptico, confirmó la veracidad de la conversación cuando los bombardeos en Sana'a comenzaron, tal como se había indicado en el chat. Tras esto, abandonó el grupo. La falta de reacción por parte de los funcionarios ante su presencia y salida sugiere que no se percataron de su inclusión. La revelación de Goldberg expuso una grave falta de seguridad y el uso imprudente de una aplicación de mensajería no autorizada para discutir planes militares confidenciales. El incidente plantea interrogantes sobre posibles violaciones de la Ley de Espionaje, la ley federal de registros y las políticas gubernamentales sobre el manejo de información clasificada. Expertos legales opinan que los funcionarios involucrados podrían haber cometido varias infracciones. La administración Trump defendió sus acciones, argumentando que no hubo amenazas a las tropas o la seguridad nacional. Sin embargo, el incidente destaca una alarmante negligencia en la seguridad de la información, la cual ha generado una considerable controversia y llamados a investigaciones. Este caso ilustra los riesgos de utilizar aplicaciones de mensajería no seguras para tratar información confidencial, así como la importancia de una estricta adherencia a los protocolos de seguridad nacional.
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