El Museo de la FIFA en Zúrich, Suiza, fue el escenario de un encuentro emotivo que conectó el pasado glorioso del fútbol argentino con el presente. Guillermo Barreira, nieto de la inmortal figura de Guillermo Stábile, realizó una visita especial al museo, un viaje al corazón de la historia del fútbol y, en particular, a la trayectoria de su ilustre abuelo.

Guillermo Stábile, apodado "El Filtrador", es una leyenda indiscutida del fútbol argentino. Su nombre está grabado para siempre en la historia como el máximo goleador de la primera Copa del Mundo, celebrada en Uruguay en 1930, con la impresionante cifra de ocho goles. A pesar de haber comenzado el torneo como suplente, su talento y olfato goleador lo llevaron a la cima, dejando una huella imborrable en el deporte rey.

La visita de Barreira al museo fue un evento especial. Recorrió las instalaciones, sumergiéndose en la rica historia del fútbol mundial, pero el momento más conmovedor llegó al contemplar la vitrina dedicada al Mundial de 1930. Allí, ante la medalla ganada por su abuelo, la emoción lo embargó. En sus propias palabras, "Esta medalla rompe mi corazón. Es difícil, es una emoción increíble. Vine específicamente a Suiza a visitar el Museo. El Mundial del 30' es un punto importante en la historia de mi abuelo, que se presenta no siendo titular, sino que en el segundo partido reemplaza a Cherro y luego es goleador."

El recorrido no se limitó a la medalla. Barreira tuvo la oportunidad de revivir la historia completa de su abuelo, desde sus brillantes actuaciones con Huracán, donde marcó 100 goles en 128 partidos, hasta sus experiencias en Europa con equipos como el Genoa de Italia y el Red Star Saint-Ouen de Francia. Su posterior carrera como entrenador de la Selección Argentina, donde ostenta el récord de más partidos dirigidos (124) y ganó siete títulos (seis Copas América y un Panamericano), también fue recordada con orgullo.

La visita de Barreira al Museo de la FIFA no fue solo una experiencia personal; fue un homenaje al legado de Guillermo Stábile, un símbolo del fútbol argentino y mundial. Su nieto, conmovido hasta las lágrimas, expresó la profunda gratitud por el reconocimiento que se le sigue brindando a su abuelo, décadas después de su partida. El legado de Stábile, con su excepcional talento y su contribución inigualable al fútbol, permanece vivo gracias a eventos como este, que demuestran la importancia de recordar y honrar a las figuras icónicas del deporte.

El Museo de la FIFA, con esta visita, reafirmó su compromiso de preservar la memoria y el impacto de las leyendas del fútbol, un patrimonio invaluable que debe ser mantenido y transmitido a las nuevas generaciones.