El césped artificial de Djurgården: ¿Una desventaja para el Chelsea en la semifinal de la Conference League?

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El encuentro entre el Chelsea y el Djurgården en la semifinal de la Conference League está generando controversia por el estado del césped artificial del estadio sueco. Los propios jugadores del Djurgården se quejan de la superficie, mientras el club busca su prohibición.

El Chelsea se enfrenta a una posible complicación en su primer partido de semifinal de la Conference League contra el Djurgården en Estocolmo. El equipo inglés, favorito para avanzar a la final, deberá jugar sobre un césped artificial que ha generado una considerable polémica. Los jugadores del Djurgården han expresado abiertamente su frustración con el nuevo césped artificial del 3Arena, alegando que dificulta incluso los pases más sencillos. Adam Stahl, extremo del equipo sueco, se quejó de que el balón se comporta de manera impredecible, desviándose de su trayectoria prevista y afectando el desarrollo del juego. El delantero August Priske también criticó la superficie, describiéndola como un desafío considerable. La situación se agrava al considerar que el Djurgården solo ha marcado un gol en sus últimos cuatro partidos, lo que ha llevado a especular sobre la influencia negativa del césped en su juego ofensivo. Si bien el entrenador Jani Honkavaara asume la responsabilidad de sus jugadores, reconoce que el césped ha impactado en los entrenamientos, tal como se ha reflejado en entrevistas a Viasport. Curiosamente, a pesar de ser el propio Djurgården quien instaló el césped, se ha presentado una moción por parte de miembros del club para prohibir las superficies artificiales en el fútbol sueco de élite. Se propone la instalación de césped híbrido como alternativa. Sin embargo, la directiva del Djurgården ha respondido a la propuesta argumentando que la naturaleza multiusos del 3Arena, propiedad del Ayuntamiento de Estocolmo, hace inviable cualquier otra opción que no sea el césped artificial, debido a los costos y a la estructura del estadio. Según la directiva, cambiar la superficie implicaría un costo anual de al menos 15 millones de euros. Para el Chelsea, esta situación representa un reto inesperado. Si bien son claros favoritos para superar la eliminatoria, la peculiaridad del terreno de juego podría convertirse en un factor determinante. La calidad del césped artificial podría afectar su estilo de juego, especialmente considerando las quejas de los propios jugadores del Djurgården. El partido se perfila como un encuentro clave, no solo por las implicaciones deportivas, sino también por el debate sobre el uso de césped artificial en estadios de fútbol de alta competición.
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