El Senado argentino aprobó la suspensión de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para 2025, una medida impulsada por el presidente Javier Milei que genera controversia y debate sobre el futuro del sistema electoral argentino.
El Senado argentino aprobó este miércoles la suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para este año, en una decisión impulsada por el presidente Javier Milei y que ha generado un fuerte debate político en el país. Con 43 votos a favor, 20 en contra y 6 abstenciones, la ley fue aprobada luego de un debate de menos de tres horas. La medida, que ya había sido aprobada previamente por la Cámara de Diputados, elimina las PASO para las elecciones legislativas de este año, reemplazándolas con elecciones generales directas en octubre.
El argumento principal del oficialismo, liderado por Milei, se centra en el costo económico de las primarias, considerándolas una 'encuesta financiada con dinero público' que Argentina no puede permitirse. Milei ha expresado repetidamente su deseo de eliminar definitivamente las PASO, aunque en esta ocasión se optó por una suspensión temporal para obtener los votos necesarios. La decisión ha sido recibida con beneplácito por el Ejecutivo, que asegura que continuará trabajando para lograr una suspensión definitiva de las primarias en el futuro.
Sin embargo, la medida ha sido duramente criticada por la oposición, quien argumenta que las PASO son un elemento fundamental para la transparencia y la participación democrática en el sistema electoral. Señalan que las primarias permiten a los ciudadanos elegir a sus candidatos y promueven la competencia interna dentro de los partidos políticos, lo que contribuye a una mayor representación de las diferentes posturas ideológicas. La eliminación o suspensión de las PASO, advierten, podría generar una mayor concentración del poder en las cúpulas de los partidos políticos y limitar las opciones para los votantes.
La votación en el Senado evidenció divisiones internas dentro de los propios bloques. El peronismo, por ejemplo, se mostró dividido en su apoyo a la medida, con algunos gobernadores provinciales apoyando la suspensión mientras que otros se opusieron. Este escenario refleja las tensiones internas y las complejas negociaciones políticas que se dan en el contexto actual de Argentina.
La suspensión de las PASO plantea interrogantes sobre el futuro del sistema electoral argentino y su impacto en la participación ciudadana y la representación política. La eliminación de este mecanismo previo a las elecciones generales podría tener consecuencias significativas a largo plazo, modificando la dinámica de la competencia electoral y la forma en que los partidos políticos presentan sus candidaturas. El debate sobre la conveniencia o no de las PASO seguramente seguirá vigente en los próximos meses, ya que la iniciativa del presidente Milei no ha resuelto la cuestión de fondo, solo la ha aplazado.
La implementación de la Boleta Única de Papel en las elecciones generales de octubre añade otra capa de complejidad a esta situación. La coexistencia de estos dos cambios al sistema electoral, la eliminación de las PASO y la implementación de la Boleta Única, será observada de cerca por analistas políticos y ciudadanos por igual en los meses venideros, esperando conocer su verdadero impacto en el desarrollo de los procesos electorales en Argentina.