La provincia de Buenos Aires se encuentra en vilo ante la amenaza de un paro docente que podría extenderse y afectar el inicio del ciclo lectivo 2025. Los gremios Suteba, FEB y UDOCBA, junto a CTERA a nivel nacional, han confirmado su adhesión a un paro nacional el 24 de febrero, presionando al gobierno nacional por un aumento salarial y la restitución de fondos cruciales para la educación. El principal foco del conflicto reside en la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Según Alejandro Salcedo, secretario general de UDOCBA, este fondo representaba entre un 10% y un 13% del salario docente en diciembre de 2023, lo que actualizado equivaldría a $150.000 por trabajador. La quita de estos fondos, según el gremio, representa un recorte de aproximadamente dos billones de pesos para la provincia de Buenos Aires. Esta situación se agrava por la falta de convocatoria a la paritaria nacional, dejando a los docentes con una incertidumbre salarial alarmante frente a la creciente inflación. Las medidas de fuerza no se limitan al paro de clases. Los gremios planean movilizaciones, concentraciones, radios abiertas y volanteadas en diferentes puntos del país para visibilizar sus reclamos. Además del aumento salarial y la restitución del FONID, exigen un mayor presupuesto educativo que garantice condiciones dignas en las escuelas y mayores recursos para comedores y merenderos escolares. La solidaridad con los trabajadores del Banco Nación, frente a la amenaza de privatización, y con los empleados estatales de ATE, reprimidos en recientes movilizaciones, también motiva la acción. La situación es tensa. Si el gobierno nacional persiste en su negativa a dialogar y a convocar a la paritaria nacional, el inicio de clases el 5 de marzo se encuentra seriamente comprometido. Desde CTERA se ha anunciado una conferencia de prensa para comunicar nuevas medidas de fuerza en las próximas horas. Mientras tanto, los gremios bonaerenses mantienen el estado de alerta y movilización, a la espera de una respuesta oficial que evite un conflicto aún mayor que afectaría gravemente la educación de miles de estudiantes. La incertidumbre reina en la comunidad educativa. Padres, alumnos y docentes esperan una resolución rápida que garantice el inicio del ciclo lectivo sin mayores inconvenientes. El futuro de la educación en la provincia de Buenos Aires depende del diálogo y la voluntad política de encontrar una solución justa y equitativa para todos los involucrados.