El estreno de la sexta temporada de *The Kardashians* trajo consigo una inesperada confesión de Kris Jenner que ha remecido las redes sociales y reavivado el interés en uno de los casos criminales más mediáticos de la historia de Estados Unidos: el asesinato de José y Kitty Menéndez a manos de sus hijos, Lyle y Erik. La matriarca del clan Kardashian reveló que conoció a los hermanos Menéndez durante la década de 1980, una conexión que añade una capa fascinante a la ya compleja historia. Durante una conversación con sus hijas Kim, Kourtney y Kendall, Jenner soltó la bomba: "Oh, Dios mío. ¿Sabían que conocía a esos tipos? En los años 80". La sorpresa fue inmediata, especialmente para Kourtney, quien preguntó si también conocía a los padres de los hermanos. Jenner aclaró que su relación fue principalmente con Erik, quien frecuentaba su casa en Beverly Hills para jugar tenis con su entonces esposo, Robert Kardashian. Esta revelación casual revela un inesperado nexo entre dos mundos aparentemente distantes: el glamuroso universo Kardashian y el oscuro y controvertido caso Menéndez. El impacto de la confesión se extendió más allá de la simple anécdota. Kim Kardashian recordó cómo el juicio de los Menéndez marcó su infancia, ya que su padre, Robert Kardashian, formó parte del equipo legal de O.J. Simpson y solía discutir el caso con ella. Este detalle subraya la profunda influencia que el caso tuvo en la familia Kardashian y cómo la figura de Robert Kardashian, no solo como abogado, sino como padre, integró estos eventos en su educación. La participación de Kim Kardashian en la historia no se limita al recuerdo familiar. Kim ha sido una voz activa en favor de la revisión del caso Menéndez. En un ensayo publicado en octubre de 2024 para NBC, argumentó a favor de la liberación de los hermanos, describiéndolos como "hombres amables, inteligentes y honestos", una postura que se alinea con la creciente consideración de las perspectivas de abuso infantil y violencia doméstica en casos similares. La revelación de Kris Jenner añade un nuevo elemento a la narrativa del caso Menéndez, que ya ha sido objeto de numerosos documentales y debates sobre el sistema judicial estadounidense. Lyle y Erik Menéndez han mantenido durante casi 35 años su inocencia, argumentando defensa propia ante el supuesto abuso físico y sexual por parte de sus padres. La historia continúa generando un intenso debate sobre justicia, la naturaleza del abuso, y cómo las circunstancias pueden influir en la interpretación de los hechos. La conexión de las Kardashian con este caso icónico destaca la forma en que la cultura popular, especialmente los reality shows y los documentales sobre crímenes reales, se entrelazan e influyen en la percepción pública de la justicia y las figuras públicas involucradas. El caso continúa en evolución, y las acciones de Kim Kardashian como activista podrían tener un impacto significativo en su resolución y en la reevaluación de sentencias en casos similares.