El estadio de Montilivi fue testigo de un emocionante encuentro entre el Girona y el Arsenal en la jornada 8 de la Champions League. A pesar de la eliminación previa del Girona, el partido ofreció un espectáculo vibrante hasta el pitido final. El equipo local, con una actuación destacable, sorprendió al Arsenal con un gol tempranero de Arnaut Danjuma al minuto 27, abriendo el marcador de manera inesperada. Sin embargo, la alegría local duró poco. El Arsenal, con su experiencia en la máxima competición europea, reaccionó con contundencia. Un penalti cometido por Arnau Martínez sobre Thomas Partey al minuto 36, que fue transformado por Jorginho, empató el encuentro. La remontada llegó rápidamente gracias a un impresionante gol de Ethan Nwaneri al 41', un golazo que superó la estirada de Pau López. La segunda mitad estuvo marcada por la insistencia del Girona, que buscó desesperadamente el empate. Stuani, quien entró de cambio, estuvo muy cerca de lograrlo, pero su gol fue anulado por fuera de juego. En los minutos finales, el Arsenal tuvo la oportunidad de aumentar su ventaja tras un penalti a favor, pero Pau López, el portero del Girona, realizó una atajada espectacular para negarle el gol a Sterling. Finalmente, a pesar del esfuerzo del Girona por lograr la igualada, el marcador permaneció 1-2 hasta el final, sentenciando la despedida del equipo español de la Champions League. El análisis del partido muestra un Girona valiente y combativo, que no se rindió a pesar de su situación en la clasificación. La calidad y experiencia del Arsenal, sin embargo, fue determinante para inclinar la balanza a su favor. El resultado final refleja una victoria justa para los Gunners, que consiguieron los tres puntos para mantener sus aspiraciones de quedar entre los tres mejores de su grupo. La actuación de Pau López, con sus dos atajadas decisivas, fue uno de los puntos destacados del equipo local, mientras que los goles de Danjuma y la notable actuación de Nwaneri fueron los momentos memorables del encuentro. A pesar de la derrota, el Girona se despidió de la Champions League con la cabeza alta y con la experiencia de haber competido en la máxima competición europea. Las declaraciones posteriores al encuentro de los entrenadores, Míchel Sánchez y Mikel Arteta, destacaron la lucha del Girona y la satisfacción del Arsenal por su victoria.