El 22 de enero de 2025, la vida de Morena Rial, hija del reconocido periodista Jorge Rial, dio un giro inesperado con su detención en Martínez, San Isidro. La policía la aprehendió junto a otras cuatro personas en un Fiat Cronos gris, sospechosas de planear un robo a una vivienda de alto poder adquisitivo. Dentro del vehículo se encontraron herramientas que, según las autoridades, podrían ser utilizadas para forzar accesos: guantes, un crique y otros elementos. Aunque no se llegó a consumar el robo, el grupo fue imputado por "averiguación de ilícito". Si bien inicialmente se informó que Morena Rial conducía el vehículo, su abogado, Alejandro Cipolla, rápidamente comunicó su liberación a través de Instagram, alegando que se trató de una confusión y que la verdad había salido a la luz. La rapidez de su liberación ha generado especulaciones, pero las autoridades enfatizaron que, al no haberse consumado el delito, la imputación no ameritaba una detención prolongada, a la espera de completar las diligencias pertinentes. Este incidente no es el único en el que Morena Rial se ha visto envuelta recientemente. En julio de 2024, fue imputada por el delito de promoción de apuestas ilegales, junto a otros 16 famosos como L-Gante, Flor Vigna y Florencia Peña. La acusación se basa en la difusión, a través de sus historias de Instagram, de un enlace que redirigía a un casino online no autorizado, con la posibilidad de realizar apuestas a través de un chat de WhatsApp. La investigación, liderada por el fiscal Juan Rozas, se inició como parte de una ofensiva del Gobierno porteño contra la ludopatía infantil. El artículo 301 bis del Código Penal de la Nación establece penas de prisión de tres a seis años para quienes organicen juegos de azar sin la autorización correspondiente. La controversia rodea tanto a la detención por el intento de robo, por la velocidad con la que fue liberada, como a su implicación en la promoción de apuestas ilegales. Ambas situaciones reflejan un patrón de comportamientos que han mantenido a Morena Rial en el centro de la atención pública, generando debates sobre su responsabilidad y las consecuencias de sus acciones. Se espera que las investigaciones continúen su curso, mientras tanto, el caso continúa generando una gran cantidad de comentarios en los medios de comunicación y las redes sociales.