El año 2024 culminó con una noticia esperanzadora en la larga lucha por la justicia y la memoria en Argentina: la restitución de la identidad del nieto 138, apropiada durante la dictadura cívico-militar (1976-1983). El anuncio realizado por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo el 27 de diciembre marcó un nuevo triunfo en su incansable búsqueda de los niños nacidos en cautiverio y arrebatados a sus familias.
El nieto 138 es hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, ambos militantes de Montoneros desaparecidos en 1976. Según la información recabada por Abuelas de Plaza de Mayo, la pareja fue vista en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), un centro clandestino de detención donde se estima que nacieron más de 30 niños. El bebé, al que sus padres planeaban llamar Soledad o Manuel, fue apropiada en este siniestro lugar.
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, destacó la importancia de esta restitución como una muestra de las consecuencias del terrorismo de Estado que perduran en el presente, resaltando la crucialidad de las políticas de Derechos Humanos. El hermano del nieto 138, Diego Antonio, envió un emotivo mensaje desde España expresando su alegría y gratitud hacia la organización.
Sin embargo, este logro se celebra en un contexto adverso para los organismos de derechos humanos en Argentina. El gobierno de Javier Milei ha implementado políticas de desfinanciamiento sin precedentes, afectando gravemente la labor de instituciones clave como la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y el Banco Nacional de Datos Genéticos. En agosto de 2024, la Unidad Especial de Investigación de la CONADI fue cerrada, limitando el acceso a información esencial para las investigaciones judiciales.
Este informe, presentado por Abuelas de Plaza de Mayo junto a la Fundación Heinrich Böll, alerta sobre los graves riesgos que estas medidas representan para la búsqueda de los más de 300 nietos y nietas aún no recuperados. Las restricciones presupuestarias y los despidos en la CONADI y el Banco Nacional de Datos Genéticos comprometen seriamente su capacidad para llevar adelante su tarea fundamental.
La restitución del nieto 138 se suma a la del nieto 133, Daniel Santucho Navajas, anunciada en julio del año anterior. Entre ambos anuncios, se resolvieron cuatro casos de mujeres embarazadas secuestradas y asesinadas antes de dar a luz (nietos 134, 135, 136 y 137), gracias a la colaboración entre Abuelas de Plaza de Mayo, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Poder Judicial. Estos casos, aunque dolorosos, demuestran la perseverancia en la búsqueda de la verdad y la justicia.
La lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo continúa, un testimonio de la resistencia contra la impunidad y la defensa incansable de los derechos humanos. Su trabajo es fundamental para la construcción de una sociedad más justa y para que el pasado no quede en el olvido. La esperanza persiste en la posibilidad de encontrar a los más de 300 nietos y nietas que aún esperan recuperar su identidad.
