La escena política paraguaya está en vilo. Acusaciones de pactos ocultos, estrategias de poder y ambiciones presidenciales se entrelazan en un complejo juego de alianzas que tiene como centro a la figura del diputado Daniel Centurión, aspirante a la intendencia de Asunción en 2026. La disidencia colorada, liderada por figuras como Mario Abdo Benítez y Hugo Velázquez, apunta directamente al clan Samaniego –Lilian, Arnaldo y Gustavo–, sospechando un pacto secreto con el expresidente Horacio Cartes para bloquear la candidatura de Centurión. Esta acusación se basa en una serie de eventos que han generado una ola de especulaciones: * **El acercamiento de Lilian Samaniego al sector disidente:** Tras una férrea oposición al cartismo, Lilian Samaniego ha mostrado un acercamiento a la disidencia, incluyendo una foto con Hugo Velázquez y declaraciones sobre futuros acuerdos. Esta acción, según la disidencia, forma parte de una estrategia para posicionarse como figura clave de unidad partidaria, a la vez que se sospecha busca obtener concesiones para los hermanos. * **Reuniones secretas:** Una reunión entre Lilian Samaniego y Horacio Cartes, tras sus fuertes críticas a los negocios del cartista Antonio Barrios, ha alimentado las sospechas de un pacto oculto. El contenido de dicha reunión permanece desconocido, intensificando la incertidumbre. * **La candidatura de Arnaldo Samaniego:** La posibilidad de que Arnaldo Samaniego compita por la intendencia de Asunción, con el apoyo del cartismo y una posible neutralización de la disidencia por parte de Lilian, representa una amenaza directa a las aspiraciones de Centurión. La experiencia administrativa de Arnaldo, a pesar de sus modestos resultados electorales recientes (8.000 votos en las últimas elecciones), podría atraer un sector importante del electorado. * **La unidad familiar Samaniego:** Una característica clave del clan Samaniego es su unidad política. La asistencia conjunta de los tres hermanos a una convocatoria de Cartes para aliviar las tensiones internas del partido refuerza la sospecha de una estrategia coordinada. En este complejo escenario, la candidatura de Centurión pende de un hilo. Si bien cuenta con el apoyo de sectores disidentes como el del exdiputado Hugo Ramírez y el mismo Arnaldo Samaniego (al menos temporalmente), un posible acuerdo entre los Samaniego y Cartes podría inclinar la balanza. La posibilidad de una candidatura conjunta de Lilian y Hugo Velázquez en Asunción complicaría aun más las posibilidades de Centurión. El futuro político de Asunción y, potencialmente, la presidencia en 2028, dependen de cómo se resuelvan estas alianzas. La situación se complica con el silencio estratégico del intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez respecto a su posible reelección, una figura clave en estas negociaciones y un objetivo prioritario para la oposición. La unidad del partido Colorado está en juego, y el resultado determinará el rumbo del país en los próximos años.