En un vibrante encuentro disputado en el Estadio de Vallecas, el Real Madrid empató 3-3 ante el Rayo Vallecano en un partido que tuvo de todo: goles, remontadas y emociones hasta el último minuto. El resultado dejó a los merengues sin la posibilidad de alcanzar la cima de la tabla de La Liga, una oportunidad perdida que seguramente lamentarán. El encuentro comenzó cuesta arriba para el equipo de Ancelotti. Un Rayo Vallecano incisivo y bien plantado sorprendió a los blancos con dos goles tempraneros, uno en el minuto 3 y otro en el 35, dejando al Real Madrid con una desventaja que reflejaba su falta de concentración inicial. Sin embargo, la calidad individual del equipo merengue empezó a emerger. Un golazo de Federico Valverde al minuto 38, un disparo cruzado que besó el palo antes de entrar, descontó la diferencia. El empuje continuó, y Jude Bellingham, con un preciso cabezazo al minuto 44, logró el empate antes del descanso, dejando el partido completamente abierto. El inicio de la segunda parte fue un vendaval blanco. Rodrygo, al minuto 55, marcó un golazo, que a pesar de pegar en un defensa, desvió la trayectoria y superó al arquero, colocando al Real Madrid en ventaja por primera vez en el partido (3-2). Parecía que el equipo de Ancelotti tomaría el control y se encaminaría a la victoria. Pero el Rayo Vallecano, demostrando una gran garra y corazón, no se rindió. Al minuto 63, Isi Palazón logró el empate definitivo, igualando el marcador nuevamente 3-3. El Rayo incluso tuvo una oportunidad final en un tiro libre, que fue detenido por Courtois, el portero del Real Madrid, salvando al equipo de una derrota. Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, expresó su satisfacción por la lucha y la competitividad mostrada por su equipo, reconociendo que, a pesar del resultado final, no pudieron hacer más. El partido deja claro que el Real Madrid no puede darse el lujo de entrar dormido a los partidos, especialmente contra rivales que se muestran tan aguerridos y combativos como el Rayo Vallecano en su propio estadio. La próxima cita, la Copa Intercontinental, será un test importante para ver la recuperación y la determinación del equipo de Ancelotti. El empate deja a los madridistas con la sensación agridulce de un partido que pudieron ganar, pero que terminaron empatando, una situación que sin duda generará debate y análisis en los días siguientes.