El otorgamiento de la ciudadanía italiana a Javier Milei por parte de Giorgia Meloni genera debate político. Analizamos el contexto, las implicaciones y las reacciones internacionales.
El 14 de diciembre de 2024, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, concedió la ciudadanía italiana a Javier Milei y a su hermana Karina, basándose en el principio de "ius sanguinis", o derecho de sangre, debido a su ascendencia italiana. Esta decisión, aunque aparentemente administrativa, ha generado un significativo debate político, tanto en Italia como en Argentina, y ha puesto de manifiesto la compleja relación entre la política interna y las relaciones internacionales.
El anuncio se produjo durante la visita de Milei a Italia, donde participó en diversos eventos, incluyendo una reunión con Meloni en el Palacio Chigi y una presentación en la convención 'Atreju' del partido de ultraderecha Fratelli d'Italia. El encuentro entre Meloni y Milei, el quinto en el año, reafirmó la voluntad de ambos países de fortalecer sus lazos bilaterales, especialmente en materia de cooperación judicial, comercio y lucha contra el crimen organizado.
La rapidez del proceso de concesión de la ciudadanía ha sido cuestionada por algunos parlamentarios italianos de la oposición, quienes no se oponen al otorgamiento en sí, sino a la celeridad con la que se ha llevado a cabo. Se especula que la decisión podría tener motivaciones políticas, apuntando a fortalecer los vínculos entre ambos líderes, ambos con ideologías de derecha. La estrecha relación entre Meloni y Milei se ha manifestado en varias ocasiones, y esta concesión podría interpretarse como un gesto de apoyo político a Milei, en un contexto de creciente influencia de la ultraderecha en Latinoamérica.
Sin embargo, el otorgamiento de la ciudadanía italiana por descendencia es un derecho legalmente establecido en Italia, y miles de argentinos, incluyendo figuras públicas como Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri, poseen la doble nacionalidad. La diferencia reside en la connotación política que adquiere este caso, debido a la posición de Milei y Meloni en el espectro político. La conexión entre ambos líderes trasciende la mera concesión de una ciudadanía y se sitúa dentro de un contexto más amplio de alineaciones ideológicas internacionales.
El viaje de Milei a Italia, que incluyó la recepción del Premio Internacional Milton Friedman, también sirvió como plataforma para difundir sus ideas económicas liberal-libertarias. Sus declaraciones, donde expresó su desprecio por el Estado y su intención de “destruirlo”, generaron reacciones diversas y alimentaron el debate sobre su ideología y su impacto político.
En conclusión, el otorgamiento de la ciudadanía italiana a Javier Milei es un evento que trasciende lo puramente administrativo. Representa un claro ejemplo de la interconexión entre la política interna de Italia y Argentina, la ideología y las relaciones internacionales. El gesto de Meloni hacia Milei, con la rapidez y el contexto en que se realizó, genera preguntas sobre las implicaciones de este tipo de acciones y abre la puerta para un análisis más profundo sobre las alianzas internacionales y el auge de la ultraderecha en ambos hemisferios.