El padre del futbolista Youssoufa Moukoko, al que comparaban con Messi, admite haber falsificado su documentación, revelando que el jugador tiene cuatro años más de los registrados. Un escándalo que sacude al mundo del fútbol.
En 2020, Youssoufa Moukoko irrumpió en la escena futbolística europea como una joven promesa con un talento excepcional, comparado incluso con la leyenda Lionel Messi. Su precoz debut en la Bundesliga con el Borussia Dortmund lo catapultó a la fama, pero la realidad tras su ascenso meteórico es mucho más compleja y turbia de lo que parecía.
Recientemente, una investigación periodística ha destapado un escándalo de proporciones internacionales. Joseph Moukoko, quien se había presentado como el padre del jugador, admitió bajo juramento no ser su progenitor biológico y haber falsificado sus documentos de identidad. Según sus declaraciones, Youssoufa Moukoko nació en 2000, cuatro años antes de la fecha registrada en la FIFA (2004). El certificado de nacimiento y el pasaporte del jugador serían falsos, obtenidos en Camerún.
Esta revelación pone en entredicho la legitimidad de la participación de Moukoko en varias competiciones juveniles, incluyendo su participación en la Sub-17 del Borussia Dortmund y la Sub-21 alemana, donde registró récords de precocidad. Investigaciones realizadas por el diario Bild en Camerún apuntan a un Youssoufa Mohamadou nacido en 2000, hijo de un taxista local, Ousman Mohamadou, como el verdadero origen del futbolista.
El Borussia Dortmund, que contrató a Joseph Moukoko como scout, ha reafirmado su confianza en los documentos oficiales alemanes, asegurando que estos son válidos para la autorización de juego. Sin embargo, la veracidad de esta afirmación se ve comprometida por las confesiones de Joseph Moukoko. La situación deja al club en una posición delicada, con posibles sanciones y explicaciones que dar a las diferentes instituciones deportivas.
Más allá de la controversia, la historia de Youssoufa Moukoko es una muestra de la compleja realidad del fútbol juvenil y la presión por el éxito. La falsificación de documentos para alcanzar el estrellato deportivo es una práctica más común de lo que se cree, con consecuencias devastadoras para los jugadores y las instituciones involucradas. El futuro del joven futbolista, actualmente cedido al Niza, pende de un hilo mientras las investigaciones continúan.