El conflicto entre Wanda Nara y Mauro Icardi, que parecía haber llegado a su fin, ha resurgido con una fuerza inesperada. En medio de una batalla legal por la separación y acusaciones cruzadas de estafa, Wanda Nara ha decidido publicar conversaciones privadas que mantuvo con Eugenia 'la China' Suárez, años antes del escándalo del ‘Wandagate’ con Icardi. Estas conversaciones revelan una faceta inesperada de la relación entre la China y Pampita Ardohain, expareja de Benjamín Vicuña. Los chats filtrados por Wanda Nara muestran una conversación entre ella y la China Suárez donde esta última relata detalles sobre su relación con Benjamín Vicuña, mientras él aún mantenía una relación con Pampita. Las declaraciones de la China son impactantes, acusando a Pampita de agresión física: "Ella me ahorcó y me quiso matar", afirma la actriz en uno de los mensajes, explicando que no denunció la situación por pedido de Vicuña para proteger a sus hijos. Más allá de la grave acusación, los chats revelan un panorama complejo de las relaciones entre las tres mujeres. La China Suárez describe su relación con Pampita como irreparable, asegurando: "Jamás la voy a perdonar hasta que diga públicamente que mintió". También se discuten aspectos de la convivencia de la China con los hijos de Vicuña y Pampita, con comentarios sobre viajes, visitas y la interacción con la niñera. La publicación de estos chats por parte de Wanda Nara ha generado una ola de reacciones en las redes sociales y en los medios de comunicación. Muchos se preguntan sobre el motivo detrás de esta filtración en medio de su complejo proceso de divorcio con Icardi, especulándose sobre una estrategia para desviar la atención o para dañar la imagen de la China Suárez. La estrategia de Wanda Nara es cuestionada por algunos, mientras que otros la ven como una reacción a las acciones legales emprendidas por Icardi. Sin embargo, independientemente del objetivo detrás de la filtración, los chats plantean interrogantes sobre la veracidad de las declaraciones de la China Suárez y la posibilidad de que se abra una nueva investigación sobre la presunta agresión de Pampita Ardohain. El impacto mediático es innegable, y el drama entre estas tres figuras del mundo del espectáculo argentino continúa captando la atención nacional e internacional. La controversia se extiende más allá de las acusaciones directas. Los mensajes muestran la complejidad de las relaciones personales en el ojo público, la presión de los medios y la influencia de los conflictos en las vidas privadas de las personas involucradas. La filtración de chats privados también plantea debates sobre la privacidad, la ética en el uso de las redes sociales y la responsabilidad mediática en la gestión de información delicada. En definitiva, el nuevo capítulo del ‘Wandagate’ continúa generando debate y expone las complejidades de las relaciones humanas, las dinámicas del mundo del espectáculo y las consecuencias del uso de las redes sociales en la era digital. La situación deja entrever una prolongación de la disputa entre Wanda Nara e Icardi, y el rol inesperado de la China Suárez en esta nueva trama mediática.