En las últimas horas, un inusual problema ha generado revuelo en las redes sociales: la popular aplicación de inteligencia artificial ChatGPT deja de funcionar al ingresar el nombre "David Mayer". En lugar de una respuesta, el usuario se encuentra con el mensaje de error "Parece que algo salió mal" (o su equivalente en inglés, "I'm unable to produce a response"). Este misterioso comportamiento ha desatado una ola de especulaciones. La primera pregunta que surge es: ¿quién es David Mayer? Algunos usuarios rápidamente asociaron el nombre con David Mayer de Rothschild, el multimillonario británico conocido por su activismo ambiental y sus presuntos vínculos con Angelina Jolie. Sin embargo, la explicación parece ir más allá de una simple censura de información. Martin Hadis, investigador del MIT con doctorado en Humanidades y maestría en Media Tech, ofrece una perspectiva técnica. Hadis sugiere que el problema no radica en la persona en sí, sino en la forma en que ChatGPT procesa la combinación de las palabras "David Mayer". Sospecha que el algoritmo podría estar experimentando un error en su representación interna del nombre, tal vez a nivel de las tres primeras letras de "Mayer", que podrían estar actuando como un token de sistema erróneo. Esta hipótesis se ve respaldada por el hecho de que ChatGPT responde sin problemas a consultas sobre "David de Rothschild", proporcionando incluso detalles de su biografía, y también responde correctamente si el nombre se escribe con una errata ("David Meyer"). Parece ser que el problema es exclusivo de la combinación exacta de los términos "David Mayer". Hadis concluye que este tipo de fallo genera un ticket de soporte interno en ChatGPT, y que la alta frecuencia con la que se está probando esta falla la está llevando a una prioridad máxima para los desarrolladores, por lo que se espera una solución próximamente. Este incidente destaca una problemática fundamental de la inteligencia artificial: la "caja negra". No entendemos completamente cómo funcionan estos algoritmos ni por qué producen ciertas respuestas, lo que genera incertidumbre sobre sus sesgos potenciales y limitaciones. Como señala el cardiólogo Jorge Thierer, la IA nos permite ver lo que no veíamos antes, pero carecemos de la comprensión necesaria para analizar a fondo su funcionamiento interno. El caso "David Mayer" es un ejemplo, aunque peculiar, de las complejidades y los desafíos que presenta la creciente dependencia de sistemas de IA. Mientras los desarrolladores trabajan para resolver el problema, el incidente ha generado un debate sobre la transparencia y la comprensión de estas tecnologías que nos acompañarán en el futuro.