Max Verstappen se corona tetracampeón de Fórmula 1 en Las Vegas, un título que consolida su dominio a pesar de los desafíos técnicos y personales enfrentados durante la temporada 2024.
Max Verstappen lo ha vuelto a hacer. En el Gran Premio de Las Vegas, el piloto neerlandés aseguró su cuarto título mundial consecutivo de Fórmula 1, igualando la marca de leyendas como Alain Prost y Sebastian Vettel. Sin embargo, este tetracampeonato no ha sido una victoria fácil; ha sido una demostración de resiliencia y talento excepcional en medio de una temporada marcada por la controversia, las dificultades técnicas y una feroz competencia.
El comienzo de la temporada 2024 prometía una repetición del dominio aplastante de 2023. Verstappen y su Red Bull RB20 lograron siete victorias en las primeras diez carreras, abriendo una brecha considerable sobre sus rivales. Pero un giro inesperado cambió el panorama. El rendimiento del Red Bull RB20 se desplomó repentinamente, dejando a Verstappen en una sequía de diez Grandes Premios sin victorias, su racha negativa más prolongada desde 2020.
Este declive técnico coincidió con una serie de eventos fuera de la pista que añadieron presión al campeón. Una denuncia de acoso contra Christian Horner, jefe de Red Bull, sacudió al equipo. La salida de Adrian Newey, el genio detrás de los exitosos diseños de Red Bull, también marcó un punto de inflexión. Además, Verstappen enfrentó una serie de sanciones de la FIA por infracciones, algunas cuestionables, que incluyeron penalizaciones por maniobras en pista y hasta por el uso de lenguaje inapropiado.
El principal rival de Verstappen durante la segunda parte de la temporada fue Lando Norris y su McLaren. El británico demostró un gran ritmo y la McLaren se consolidó como un equipo competitivo, incluso superando a Red Bull en ciertas carreras. Sin embargo, la inconsistencia de McLaren, incluyendo decisiones estratégicas cuestionables, como la orden de equipo en Hungría que favoreció a Oscar Piastri sobre Norris, jugaron en contra de sus posibilidades de campeonato.
Verstappen, con su habitual maestría, supo gestionar la crisis. Maximizó el rendimiento de un auto deficiente en varias carreras, minimizando el daño y manteniendo una ventaja suficiente sobre Norris. Pero fue en el Gran Premio de San Pablo donde demostró su capacidad excepcional. Largando desde la 17ª posición en condiciones de pista extremadamente difíciles debido a la lluvia, Verstappen realizó una remontada espectacular, superando rivales y conquistando una victoria memorable que prácticamente sentenció el campeonato.
En Las Vegas, el título se selló con un quinto lugar, justo delante de Norris. Incluso con las desventajas impuestas por la decisión de Red Bull de no desarrollar un alerón trasero específico para el circuito callejero de Nevada, Verstappen demostró su capacidad para adaptarse y obtener el mejor resultado posible.
El tetracampeonato de Max Verstappen es mucho más que una serie de victorias. Es una historia de resiliencia, una muestra de su talento excepcional para superar adversidades tanto dentro como fuera de la pista, y una confirmación de su estatus como uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1. Con sólo 27 años y cuatro títulos ya en su palmarés, Verstappen se acerca a igualar los récords históricos de Lewis Hamilton y Michael Schumacher, un objetivo que, según sus propias declaraciones, no es su principal motivación. Su legado, sin embargo, ya está escrito en letras doradas en los anales de la Fórmula 1.