La tensión dentro de Juntos por el Cambio (JxC) ha alcanzado niveles críticos. La creciente disputa pública entre Mauricio Macri y Javier Milei, exacerbada por la campaña electoral en la Ciudad de Buenos Aires, ha generado una profunda incertidumbre en el seno del PRO y amenaza con fracturar las posibles alianzas para las elecciones legislativas de octubre. **La campaña porteña: un campo de batalla.** La campaña electoral en Buenos Aires se ha convertido en un escenario de guerra abierta. Macri, con un discurso cada vez más duro contra el gobierno de Milei, ha intensificado sus críticas, acusándolo de falta de apego institucional y un manejo cuestionable de la Justicia. Esta estrategia ha generado malestar en el sector del PRO que busca una convergencia con La Libertad Avanza, especialmente en la provincia de Buenos Aires. **Acuerdos en la mira:** Mientras la batalla discursiva se intensifica, las negociaciones para un acuerdo entre PRO y LLA continúan en paralelo. Cristian Ritondo, jefe del PRO en Buenos Aires, y Diego Santilli mantienen conversaciones con emisarios de Milei, avanzando en negociaciones que algunos consideran prácticamente cerradas, aunque sin definir aún la composición de las listas. Sin embargo, la postura de Macri amenaza con desbaratar estos esfuerzos. Intendentes del PRO, algunos partidarios de un acuerdo con Milei y otros leales a Macri, se ven afectados por esta situación y se ven obligados a tomar partido. **La cuestión judicial:** El rechazo en el Senado de los candidatos a la Corte Suprema propuestos por Milei, con la colaboración de parte de la bancada del PRO, ha generado una nueva ola de tensión entre ambos líderes. Mientras Macri argumenta que su voto se basó en la defensa de la institucionalidad y la competencia del Senado para prestar el acuerdo a una propuesta del Ejecutivo, Milei lo acusa de pactar con Cristina Kirchner, utilizando sus redes sociales para difundir esta narrativa y agravar el enfrentamiento. **La interna del PRO:** La fractura interna del PRO, acentuada por la ruptura con Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, complica aún más el escenario. La coexistencia de diversas tribus dentro del partido hace que Macri deba equilibrar sus acciones para no exacerbar aún más las divisiones. La decisión de Macri de apoyar el voto en contra de los candidatos a la Corte, aunque defendida por algunos como un acto de defensa de la institucionalidad, ha generado malestar en sectores del PRO, particularmente en aquellos con aspiraciones políticas propias. **El futuro de las alianzas:** Si bien el PRO confía en la necesidad de los libertarios de formar alianzas para las elecciones de octubre, especialmente en distritos con escasa presencia de LLA, la actual escalada de tensión dificulta las posibilidades de un acuerdo. La estrategia de Macri de aprovechar los errores del gobierno de Milei para fortalecer su posición, y la simultánea ofensiva de los libertarios contra el expresidente, hacen que el panorama sea altamente incierto. **Una campaña sucia en puerta?** Se anticipa una campaña electoral feroz, con acusaciones cruzadas y una alta probabilidad de una "guerra sucia". El intercambio de mensajes entre ambos bandos, y la respuesta del gobierno de Milei, anticipan un escenario de fuerte confrontación, poniendo en riesgo la gobernabilidad. En conclusión, el PRO enfrenta una situación de máxima incertidumbre. La pelea entre Macri y Milei no solo amenaza con dividir al partido, sino que también pone en jaque las posibilidades de un acuerdo con La Libertad Avanza para las próximas elecciones. El resultado de esta batalla interna tendrá consecuencias decisivas en el mapa político argentino.