El ministro de Economía, Luis Caputo, ha anunciado el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), generando una fuerte reacción del peronismo, que lo acusa de paralizar las obras de agua y cloacas en el país.
Caputo ha justificado el cierre del Enohsa, creado en 1995, argumentando que es “un antro de corrupción”. Sin embargo, el peronismo ha denunciado que la decisión forma parte de un plan para eliminar toda la obra pública, dejando a millones de argentinos sin acceso a agua potable y saneamiento.
“Es increíble la brutalidad de algunas medidas de Milei y Caputo. El ENOHSA es la garantía de agua potable y cloacas para millones de argentinos en el interior”, afirmó el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis.
“A la pobreza que están generando, ahora le agregan los problemas de salud que van a venir por dejar de cerrar brechas de agua y saneamiento. No les importa la salud de millones de argentinos y argentinas. Cierran la obra pública, no van a hacer nada en los 4 años. Impresionante”, completó Katopodis, quien agregó que en diciembre el ente estaba ejecutando 654 obras.
La medida también fue cuestionada por el ex titular del Enohsa, Enrique Cresto. “Hasta diciembre 2023 se ejecutaron más de 1500 obras en toda la Argentina. Un millón quinientos mil nuevos beneficiarios de agua potable y servicios de saneamiento”, destacó el entrerriano.
“Uno de los componentes más importantes de la conformación de la pobreza estructural, es la falta de acceso al agua potable y al saneamiento”, continuó Cresto, quien destacó que “ningún municipio hoy esta capacitado financieramente para desarrollar redes de agua y cloacas con fondos propios”.
La noticia sobre el Enohsa sale a la luz al mismo tiempo que el gobierno de Javier Milei anunció que busca la privatización de AySA. También coincide con que el gobierno está demorando las obras del Sistema Riachuelo, el mega proyecto de cloacas para el conurbano.
El cierre del Enohsa y la decisión de privatizar AySA generan un clima de incertidumbre en torno al futuro del acceso al agua potable y saneamiento en Argentina. El peronismo ha advertido que estas medidas tendrán consecuencias negativas para la salud y el bienestar de la población, y ha acusado al gobierno de Milei de no tener un plan para afrontar la crisis.