La crisis del transporte en Tucumán se agudiza con un paro de colectivos que paraliza la ciudad. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció una medida de fuerza que afecta a la capital, generando incertidumbre y dificultades para miles de usuarios.
El paro se produce en un contexto de tensión entre el gobierno provincial, la Intendencia de San Miguel de Tucumán y los empresarios del transporte. La AETAT, que agrupa a las empresas, ha anunciado la reducción de servicios y despidos, argumentando la insostenibilidad financiera del sistema.
La Intendencia de San Miguel de Tucumán ha rechazado la postura de los empresarios, calificando las medidas como extorsivas y anunciando la regularización de las concesiones. El gobernador, Osvaldo Jaldo, por su parte, ha reconocido la crisis, pero ha insistido en la necesidad de que los colectivos funcionen mientras se dialoga para encontrar una solución.
El conflicto se centra en la falta de subsidios nacionales, que el gobierno provincial se ha visto obligado a asumir. Sin embargo, la situación es insostenible, y la provincia exige la colaboración de la Intendencia capitalina para poder afrontar los costos del transporte público.
El paro de colectivos genera un caos en la ciudad, afectando a la población en general y particularmente a los estudiantes, trabajadores y personas que necesitan del transporte público para acceder a sus actividades diarias.
La situación es compleja y requiere de un compromiso de todas las partes para encontrar una solución que beneficie a los usuarios y asegure la sostenibilidad del sistema de transporte público en Tucumán.