La muerte de Matthew Perry, el querido actor de 'Friends', conmocionó al mundo en octubre de 2023. Su partida, a los 54 años, fue atribuida a una sobredosis de ketamina, un anestésico que Perry estaba utilizando como parte de una terapia supervisada para combatir su adicción. Sin embargo, la investigación policial reveló un panorama más complejo, que involucra a cinco personas acusadas de su muerte, incluyendo a su propio asistente personal.
Entre los acusados se encuentran Jasveen Sangha, una mujer conocida como la 'reina de la ketamina', y el doctor Salvador Plascencia, un médico de urgencias. Ambos, junto a otros tres implicados, enfrentan cargos de conspiración para distribuir ketamina, distribución con resultado de muerte y falsificación de registros.
La 'reina de la ketamina': Jasveen Sangha
Sangha, de 41 años, era una figura conocida en ciertos círculos. La investigación reveló que ella dirigía un 'emporio de venta de drogas' desde su casa en North Hollywood. Durante una redada en su vivienda se encontraron 79 cápsulas de ketamina líquida, casi 2.000 pastillas de metanfetamina, hongos alucinógenos, cocaína y medicamentos recetados obtenidos de manera fraudulenta. Las autoridades creen que Sangha vendió a Perry 50 viales de ketamina por un valor de hasta US$11.000, incluyendo el lote que le causó la muerte. Además, se le señala de haber vendido la droga a Cody McLaury, quien falleció por sobredosis. Tras la muerte de McLaury, Sangha buscó en Google: '¿Puede la ketamina figurar como causa de muerte?'
El doctor Salvador Plascencia, un 'viejo conocido'
Plascencia, también conocido como 'Dr. P', habría trabajado para obtener ketamina para Perry a pesar de conocer su historial de abuso de sustancias. Según la acusación, le habría enviado un mensaje de texto a un colega preguntándole cuánto le cobraría por la droga: 'Me pregunto cuánto estará dispuesto a pagar este imbécil. Averigüémoslo'.
El colega en cuestión es Mark Chavez, otro médico presuntamente involucrado. Plascencia le habría comprado 10 viales de ketamina a Chavez para Perry y le habría inyectado la droga en su vehículo, en un estacionamiento público de Long Beach. Dos días después, le volvería a suministrar una dosis en la casa de Perry, tan grande que lo dejó 'paralizado' y disparó su presión arterial.
Kenneth Iwamasa: el asistente personal de Perry
Kenneth Iwamasa, el asistente personal de Perry, vivió con él durante 25 años. La acusación lo señala por presenciar en numerosas ocasiones cómo los doctores suministraban ketamina a Perry, y además, se la inyectó él mismo. Lo hizo sin tener formación médica y 'sabiendo poco, o nada, sobre la administración y/o tratamiento de pacientes con sustancias controladas'. Iwamasa le inyectó al actor al menos 27 dosis de ketamina en los cinco días previos a su muerte, incluidas las últimas tres suministradas el día de su fallecimiento.
Iwamasa y Eric Fleming, un amigo de Perry involucrado en la trama, se declararon culpables de conspiración para distribuir ketamina causando la muerte. Fleming admitió haber adquirido la droga a través de Sangha y haberla entregado a Iwamasa.
Un mensaje claro: no hay impunidad para los traficantes
Las autoridades aseguran que los cinco acusados se aprovecharon de la adicción de Perry para enriquecerse. 'Estamos enviando un mensaje claro', dijo el fiscal Estrada. 'Si usted está en el negocio de vender drogas peligrosas, lo haremos responsable de las muertes que cause'.
Las autoridades continúan investigando y es posible que haya más novedades en las próximas semanas o meses. El caso de la muerte de Matthew Perry pone de manifiesto la problemática de la adicción y la necesidad de combatir el tráfico de drogas con rigor.