Hoy se cumple el aniversario número 46 de uno de los atentados más cruentos en la historia de Argentina. La organización guerrillera colocó una bomba vietnamita en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal, dejando 110 heridos y 23 muertos. Aún en busca de justicia, los familiares de las víctimas marchan contra la impunidad.
El 2 de julio de 1976 quedó marcado en la historia de Argentina por el devastador atentado en la Superintendencia de Seguridad Federal. Al cumplirse 46 años de este trágico suceso, los familiares de las víctimas marchan una vez más, exigiendo justicia y no olvidando el dolor que aún persiste.
En aquel fatídico día, una organización guerrillera colocó una bomba vietnamita en el comedor de dicha superintendencia. El resultado fue desolador: 110 heridos y 23 personas perdieron la vida. Este atentado pasó a convertirse en uno de los más cruentos en la historia del país, hasta que años después la AMIA también sería víctima de una tragedia similar.
A pesar del paso del tiempo, los familiares de las víctimas no han dejado de luchar por la justicia. Marchas, movilizaciones y pedidos de investigación se han repetido año tras año. Sin embargo, la impunidad persiste y el dolor continúa latente.
La historia de Argentina está marcada por hechos trágicos como estos, que dejan profundas heridas en la sociedad. Es fundamental recordar y homenajear a las víctimas, pero también exigir que se haga justicia. La impunidad no puede prevalecer.
En esta nueva conmemoración, los familiares de las víctimas vuelven a salir a las calles en busca de respuestas. No olvidemos su lucha y acompañemos su reclamo por verdad y justicia. Que la memoria de aquellos que perdieron la vida en aquella trágica fecha nunca se borre y sirva como recordatorio de la importancia de la paz y la justicia en nuestra sociedad.