La Bolsa de Cereales de Rosario ha proyectado que, debido al procesamiento de la oleaginosa soja que ha totalizado 11,9 millones de toneladas desde abril hasta la fecha, la industria aceitera podría operar hacia fines de año con un 70% de capacidad ociosa. Esta situación se debe a la alta producción de soja y a la disminución de la demanda externa debido a los cambios en el mercado internacional. Este excedente de capacidad ociosa es preocupante para la industria y podría tener impacto en la economía local. La falta de demanda y la baja utilización de la capacidad productiva pueden llevar a la reducción de empleos y a la disminución de la inversión en el sector. Además, la industria aceitera es un motor importante de la economía, ya que genera divisas a partir de la exportación de sus productos. Si se reduce su capacidad de producción, esto puede afectar negativamente a la balanza comercial y al ingreso de divisas al país. Se espera que las autoridades tomen medidas para evitar esta situación y fomentar el desarrollo y la competitividad de la industria aceitera. Esto podría incluir incentivos fiscales o medidas que promuevan la demanda interna y externa de los productos derivados de la soja. En definitiva, es necesario buscar soluciones para evitar que la industria aceitera opere con capacidad ociosa hacia fines de año. Esto requiere de un trabajo conjunto entre el gobierno, los productores y las empresas del sector para promover el desarrollo y la sostenibilidad de la industria, asegurando así el crecimiento económico y el bienestar de la región.