El reciente caso de Rubiales ha generado una desproporcionada reacción por parte de algunas referentes feministas. A pesar de que lo ocurrido no fue tan grave como el escándalo que armaron, salieron a las calles a gritar contra Rubiales sin considerar el contexto y las leyes que ya han aligerado las penas de más de mil verdaderos agresores sexuales. Es importante tener en cuenta que este caso en particular debe ser analizado de manera objetiva, sin dejar que las emociones nublen nuestro juicio. Si bien cualquier caso de agresión sexual es repudiable, es necesario evaluar la gravedad del acto y aplicar las leyes correspondientes de manera justa. La sorpresa radica en que las mismas referentes feministas que luchan por la igualdad de género y la protección de las mujeres ante la violencia de género, están ignorando el hecho de que la ley ha beneficiado a más de mil agresores sexuales en otros casos similares. Esto demuestra una increíble inconsistencia en sus argumentos y puede llevar a una falta de credibilidad en el movimiento feminista. No se trata de defender a Rubiales o minimizar su falta, sino de poner en perspectiva las reacciones desmedidas ante un caso en particular. Las leyes existen para evitar que se cometan injusticias y es importante respetarlas, incluso si no estamos de acuerdo con su aplicación en ciertos casos. Es fundamental analizar las causas de esta desproporción en las reacciones feministas. Tal vez sea el resultado de una sobreexposición mediática o de la presión social para tomar posturas extremas. Independientemente de la razón, es necesario recordar que el diálogo y el respeto son fundamentales para promover cambios reales en la sociedad. En conclusión, el caso de Rubiales ha evidenciado la desproporción entre lo ocurrido y las reacciones feministas generadas. Es importante analizar los hechos de manera objetiva y considerar el contexto legal en el que estamos. El movimiento feminista ha logrado importantes avances en la lucha por la igualdad de género, pero es fundamental mantener la coherencia y la credibilidad en sus argumentos para seguir avanzando hacia una sociedad más justa y equitativa.