En una reciente entrevista, el exministro de Economía expresó su preocupación por la baja de la producción nacional y los factores que la están impulsando. Según el economista, uno de los aspectos más alarmantes es la proyección de un escaso crecimiento económico para el cierre del 2023. El bajo crecimiento económico puede tener un impacto significativo en la economía de un país. Con una producción nacional reducida, se reduce el empleo y se desestabiliza el mercado interno. Esto conlleva a una disminución del ingreso de las familias y una reducción del consumo, afectando así a todos los sectores de la sociedad. El exministro también destacó la importancia de analizar los factores que están contribuyendo a esta situación. Entre ellos, mencionó la falta de inversión en infraestructura, la baja productividad y la falta de planificación a largo plazo. Estos elementos, sumados a la incertidumbre política y económica, generan un ambiente poco propicio para el crecimiento y desarrollo económico del país. El exministro hizo hincapié en que el presente año se está convirtiendo en una de las peores temporadas en las últimas décadas. La falta de crecimiento económico y las dificultades que esto conlleva no solo afectan a la producción nacional, sino que también tienen un impacto negativo en la calidad de vida de los ciudadanos. Es necesario tomar medidas urgentes para revertir esta situación y promover políticas que impulsen el crecimiento económico sostenido. En resumen, el exministro de Economía ha señalado algunos factores clave en la baja de la producción nacional en Argentina. El escaso crecimiento económico proyectado para el cierre del 2023 hace del presente año una de las peores temporadas en las últimas décadas. Esta situación debe ser abordada con urgencia, implementando políticas que fomenten el crecimiento y desarrollo económico del país.