El mítico aparato al que siempre nos referimos como 'teléfono rojo' en realidad no era un teléfono ni tampoco era de color rojo. Se trataba de un telex, un dispositivo de telecomunicaciones que establecía una conexión directa entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Este telex surgió tras la Crisis de los Misiles en Cuba, cuando la necesidad de una comunicación rápida y segura entre los dos países se hizo imperante. Durante la Crisis de los Misiles en Cuba, que tuvo lugar en 1962, el mundo entero estuvo al borde de una guerra nuclear. Estados Unidos descubrió que la Unión Soviética estaba instalando misiles nucleares en Cuba, a menos de 200 kilómetros de sus costas. Ante esta amenaza, se desató una tensión extrema entre los dos países, con el riesgo de desencadenar una guerra devastadora. Para evitar cualquier malentendido o escalada de la tensión, se decidió establecer una línea de comunicación directa y confidencial entre los líderes de ambos países. Así nació el famoso telex, que permitía enviar y recibir mensajes de manera segura y casi instantánea. Desde entonces, el telex se convirtió en una herramienta crucial en momentos clave de la historia. Por ejemplo, en 1963, tras el asesinato de John F. Kennedy, se utilizó el telex para informar a las autoridades soviéticas sobre lo ocurrido y garantizar que no se malinterpretaran los acontecimientos. Posteriormente, en el fatídico 11 de septiembre de 2001, cuando las Torres Gemelas fueron atacadas en Estados Unidos, el telex volvió a ser utilizado para mantener una comunicación directa entre los líderes de ambos países y evitar así nuevas crisis o malentendidos. Aunque hoy en día el telex ha sido reemplazado por tecnologías más modernas como el correo electrónico o la telefonía satelital, su importancia histórica y su papel en momentos críticos no pueden ser subestimados. El mítico aparato que comunicaba a Estados Unidos y la Unión Soviética siempre estará presente en la memoria de aquellos que vivieron estos acontecimientos y será recordado como símbolo de la importancia de la comunicación en tiempos de crisis.