Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad Nacional de Argentina ha revelado una forma sorprendente de comunicación entre las plantas: a través de las raíces. Se ha encontrado que las plantas pueden enviar señales electromagnéticas a través de sus raíces, lo que les permite comunicarse entre ellas e intercambiar información vital para su crecimiento y supervivencia. Este descubrimiento ha sido calificado como un avance revolucionario en la agricultura, ya que podría tener importantes repercusiones en la forma en que se cultivan los cultivos. Hasta ahora, se pensaba que las plantas solo podían comunicarse a través de sustancias químicas liberadas al aire, pero este estudio demuestra que también pueden comunicarse a través de señales electromagnéticas a través de sus raíces. Según los investigadores, esta nueva forma de comunicación podría ser utilizada para mejorar la resistencia de las plantas a enfermedades y plagas, así como para aumentar la eficiencia del uso de nutrientes en los cultivos. Si las plantas pueden alertarse mutuamente sobre la presencia de insectos o enfermedades, podrían tomar medidas defensivas antes de que se produzcan daños significativos. Además, esta comunicación a nivel subterráneo podría permitir una distribución más equilibrada de los recursos en un campo de cultivo. Las plantas podrían enviar señales de que han agotado ciertos nutrientes y necesitan más, lo que permitiría a los agricultores utilizar de manera más eficiente los fertilizantes y evitar el desperdicio. Sin embargo, este descubrimiento también plantea nuevas preguntas y desafíos para la investigación futura. ¿Cómo exactamente funcionan estas señales electromagnéticas? ¿Cómo pueden las plantas detectar y responder a estas señales? Estas son algunas de las preguntas que los científicos esperan responder en los próximos años. En cualquier caso, este descubrimiento resalta una vez más la importancia de investigar y comprender el mundo natural. Las plantas son seres vivos fascinantes que, al igual que los humanos y otros animales, también tienen formas de comunicación sofisticadas. Este hallazgo nos enseña que todavía hay mucho por descubrir en nuestro entorno, y que la ciencia y la tecnología pueden ayudarnos a desentrañar los secretos de la naturaleza.