Un equipo de investigadores liderados por la Universidad de Stanford ha logrado un avance espectacular en el campo del almacenamiento de datos. Utilizando ADN humano como medio de almacenamiento, han conseguido almacenar grandes cantidades de información de forma segura y eficiente. El ADN es una molécula que contiene toda la información genética de un organismo. Su capacidad para almacenar información codificada ha sido aprovechada por los científicos para desarrollar una nueva forma de almacenamiento de datos. El proceso consiste en convertir la información digital en código de ADN, utilizando una combinación de los cuatro nucleótidos que conforman el ADN: adenina, citosina, guanina y timina. Estos nucleótidos son organizados de manera específica para representar los datos digitales. Una vez que la información está codificada en ADN, esta puede ser almacenada de forma segura durante largos periodos de tiempo. Además, el ADN tiene una densidad de almacenamiento mucho mayor que cualquier otro medio de almacenamiento existente en la actualidad. En las pruebas realizadas, los investigadores lograron almacenar una gran cantidad de información, incluyendo libros, imágenes y archivos de audio, en pequeñas muestras de ADN. Además, se demostró que la información puede ser recuperada de forma precisa y rápida. Este nuevo método de almacenamiento de datos tiene el potencial de revolucionar la forma en que guardamos y conservamos la información. Podría permitir almacenar grandes volúmenes de datos en espacios reducidos, reduciendo la necesidad de grandes centros de datos y disminuyendo el consumo de energía asociado. Aunque este avance todavía se encuentra en etapas tempranas, se espera que en el futuro cercano puedan desarrollarse tecnologías viables para el almacenamiento de datos en ADN a gran escala. Esto abriría la puerta a una nueva era de almacenamiento de información, con capacidades prácticamente ilimitadas y una mayor seguridad en la preservación de los datos.