En su búsqueda de una vida mejor, muchas personas se embarcan en el peligroso viaje desde Centroamérica hacia los Estados Unidos, conocido como el ‘Sueño Americano’. Sin embargo, este sueño se convierte rápidamente en una pesadilla para muchos, especialmente para aquellos que deben atravesar la selva del Darién, una inhóspita y peligrosa región que conecta a Panamá y Colombia. Las denuncias de violaciones de Derechos Humanos en esta travesía se han vuelto constantes. Los migrantes enfrentan una serie de riesgos y vulnerabilidades que ponen en peligro su vida e integridad física. Uno de los principales riesgos es la presencia de grupos armados y traficantes de personas en la región. Estos grupos aprovechan la desesperación de los migrantes y los someten a situaciones de abuso y explotación. Muchas veces, los migrantes son secuestrados y obligados a pagar rescates o a trabajar en condiciones de esclavitud para poder continuar su viaje. Además, la selva del Darién presenta condiciones extremas que dificultan el paso de los migrantes. El terreno es accidentado y las lluvias constantes generan caminos fangosos e inundaciones, lo que dificulta la movilidad y aumenta el riesgo de enfermedades como el dengue y la malaria. Otro problema es la falta de servicios básicos en la región. Los migrantes carecen de acceso a agua potable, alimentos, atención médica y refugio adecuado. Esto los deja expuestos a enfermedades y malnutrición, incrementando aún más su vulnerabilidad. Ante estos riesgos y violaciones de Derechos Humanos, diversas organizaciones de derechos humanos han criticado la falta de respuesta y protección por parte de los gobiernos de la región. Exigen que se tomen medidas para garantizar la seguridad y el respeto a los derechos de las personas que se encuentran en tránsito hacia los Estados Unidos. En conclusión, la travesía por la selva del Darién hacia el ‘Sueño Americano’ se ha convertido en una odisea marcada por riesgos y violaciones de Derechos Humanos. Es necesario que los gobiernos de la región tomen medidas urgentes para proteger la vida e integridad de los migrantes y garantizar el respeto a sus derechos fundamentales.