Hoy, en el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, se cumple un triste aniversario. Han pasado 1217 días desde que Facundo Astudillo partió a pie desde su pueblo natal, Pedro Luro, con el plan de reconquistar a su ex novia en Bahía Blanca. Sin embargo, nunca llegó a destino y su desaparición ha dejado una herida abierta en la sociedad argentina. El caso de Facundo Astudillo es una muestra más de la realidad que enfrentan miles de familias en el país. Una realidad marcada por la impunidad, la falta de respuestas y la indefensión ante la desaparición de un ser querido. A pesar de los años transcurridos, la causa sigue sin imputados ni detenidos, lo que ha generado un profundo dolor y angustia en la madre del joven, quien lleva tres años y medio viviendo en pausa. La lucha de la madre de Facundo Astudillo por encontrar justicia ha sido constante y valiente. A pesar de las dificultades y la falta de avances en la investigación, ella ha mantenido viva la memoria de su hijo y ha exigido que se haga justicia. Su persistencia ha sido un ejemplo para muchas otras familias que enfrentan situaciones similares. En este Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, es importante recordar el caso de Facundo Astudillo y reflexionar sobre la grave problemática de las desapariciones en nuestro país. Es fundamental que como sociedad nos comprometamos a exigir respuestas y garantizar que todas las víctimas sean buscadas, encontradas y que se haga justicia. El caso de Facundo Astudillo nos recuerda que no debemos quedarnos en silencio frente a la injusticia y la impunidad. Debemos alzar nuestra voz y unirnos en la lucha por los derechos humanos y la búsqueda de la verdad. Solo así podremos construir un país más justo y solidario, donde todas las personas sean respetadas y protegidas.