Las plataformas de streaming han revolucionado la forma en que hacemos y consumimos cine. Con el surgimiento de servicios como Netflix, Amazon Prime Video y Disney+, el panorama cinematográfico ha sufrido una transformación total. Antes de la llegada de estas plataformas, las películas se estrenaban en cines y solían tener una ventana exclusiva de exhibición. Después de un período en la gran pantalla, las películas se distribuían en formato físico, como DVD o Blu-Ray, para su venta o alquiler. Este modelo, aunque exitoso durante décadas, tenía ciertas limitaciones. La llegada de las plataformas de streaming ha cambiado por completo esta dinámica. Ahora, los espectadores pueden disfrutar de una amplia variedad de películas desde la comodidad de sus hogares, sin tener que esperar a que se estrenen en cines o salir a alquilarlas. Además, estas plataformas ofrecen un extenso catálogo de títulos, incluyendo películas de diferentes géneros, épocas y países, lo que permite a los usuarios acceder a una oferta visual mucho más diversa. Pero la revolución del cine no se limita al consumo. Las plataformas de streaming también han tenido un impacto significativo en la forma en que se producen las películas. Muchos cineastas han visto en el streaming la oportunidad de dar vida a proyectos que de otra manera no habrían sido financiados por los estudios tradicionales. Esto ha llevado a la producción de películas independientes y arriesgadas, que exploran temáticas y estilos diferentes a los que suelen verse en el cine comercial. Además, el streaming ha permitido que las películas lleguen a audiencias internacionales de manera más rápida y eficiente. Antes, una película podía tardar meses o incluso años en estrenarse en otros países después de su lanzamiento inicial. Ahora, gracias a las plataformas de streaming, una película puede estar disponible a nivel mundial en cuestión de días o incluso horas. Sin embargo, esta revolución no ha estado exenta de controversias. Muchos cineastas y distribuidores tradicionales han expresado preocupación por el impacto que el streaming puede tener en la experiencia de ver películas en la gran pantalla. También se ha generado debate en torno a la remuneración justa para los creadores y artistas involucrados en la producción cinematográfica. En resumen, las plataformas de streaming han transformado por completo la industria del cine, generando cambios tanto en la forma de producir como de consumir películas. Aunque aún existen desafíos y controversias, el streaming ha abierto puertas a nuevos talentos y ha democratizado el acceso al cine, permitiendo que una mayor variedad de historias sean contadas y disfrutadas por audiencias de todo el mundo.