Con motos, coches y camiones, miles de manifestantes se han congregado en las calles de las principales ciudades de Colombia para protestar contra el precio de la gasolina. En el último año, el costo del combustible ha aumentado en un 50%, lo que ha generado un impacto negativo en el bolsillo de los ciudadanos. La decisión del Gobierno de Gustavo Petro de retirar los subsidios ha sido uno de los factores que ha contribuido al incremento de precio. Esto ha generado un malestar generalizado entre la población, que ha salido a las calles a expresar su descontento. Las manifestaciones han sido multitudinarias y pacíficas en su mayoría, aunque han habido algunos casos de confrontaciones con las fuerzas de seguridad. Los manifestantes han utilizado diferentes medios de transporte, como motos, coches y camiones, para hacerse escuchar. La situación económica en Colombia se ha visto afectada por la pandemia del COVID-19, lo que ha llevado a un aumento en el precio de los combustibles. Esto ha generado un impacto en los sectores más vulnerables de la sociedad, que son los más afectados por los aumentos en el costo de vida. El Gobierno ha expresado su preocupación por las manifestaciones, pero ha defendido que el retiro de los subsidios es necesario para garantizar la sostenibilidad fiscal del país. Sin embargo, las protestas continúan y los ciudadanos exigen soluciones concretas a sus demandas. En resumen, las protestas en Colombia por el aumento del precio de la gasolina son una muestra del descontento de la población con la situación económica del país. Los ciudadanos exigen soluciones concretas a sus demandas y buscan llamar la atención del Gobierno para que tome medidas que beneficien a todos los sectores de la sociedad.