En un hecho impactante, una mujer fue víctima de un violento ataque que fue registrado por ella misma. El agresor, que tenía más de 20 denuncias por violencia de género en su historial, llegó a la vivienda de la mujer y rápidamente agarró una cortina. Sin pensarlo dos veces, roció la cortina con nafta y la prendió fuego. Acto seguido, arrojó la cortina en dirección a la mujer, quien afortunadamente logró esquivarla y salir corriendo del lugar. Este trágico incidente dejó al descubierto la alarmante situación que viven muchas mujeres en nuestro país. A pesar de las múltiples denuncias en su contra, el agresor sigue en libertad, poniendo en riesgo la vida de la víctima y de otras posibles víctimas. La falta de acción por parte de las autoridades es preocupante y deja en evidencia la necesidad de contar con leyes y políticas más efectivas para prevenir y combatir la violencia de género. Es fundamental que se siga visibilizando estos casos y se exija justicia para las víctimas. La sociedad en su conjunto debe tomar conciencia de la gravedad de la violencia de género y unirse en la lucha para erradicarla. Nadie debería tener que vivir con miedo a ser agredido o a perder su vida por el simple hecho de ser mujer. Es crucial que se implementen y refuercen los mecanismos de protección y apoyo a las víctimas, así como también que se promueva la educación y concientización en torno a la igualdad de género. Solo a través de acciones concretas y un cambio cultural profundo podremos lograr una sociedad en la que todas las personas, sin importar su género, puedan vivir en paz y seguridad. Queda en nuestras manos como sociedad exigir cambios y alzar la voz por aquellos que no pueden hacerlo. La violencia de género no puede quedar impune. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para erradicarla y construir un futuro más igualitario y seguro para todos.