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El viernes 28 de julio de 1989, Dionisio Rodríguez Martín era un vigilante de seguridad encargado de custodiar un furgón que transportaba una enorme suma de dinero. Sin embargo, semanas después, sorprendió a todos al llegar a Río de Janeiro con el rostro operado y una fortuna. Descubre la historia de este ladrón bueno que generó admiración en la sociedad.
El viernes 28 de julio de 1989, Dionisio Rodríguez Martín era un vigilante de seguridad contratado para custodiar un furgón que transportaba una impresionante suma de 298 millones de pesetas. Esta cantidad equivalía a unos cuatro millones de euros en ese momento. Nadie imaginaba que este humilde trabajador se convertiría en uno de los personajes más intrigantes de la época.
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