La fotosíntesis es el proceso biológico mediante el cual las plantas y algunos microorganismos convierten la energía solar en energía química para alimentarse. Este proceso ha sido fuente de inspiración para los científicos que buscan desarrollar tecnologías más eficientes para capturar y aprovechar la energía solar. En este sentido, un equipo de investigadores argentinos ha logrado desarrollar un nuevo tipo de célula solar que imita el proceso de fotosíntesis de las plantas. La clave de esta innovadora tecnología es la utilización de pigmentos naturales, similares a los que se encuentran en las hojas de las plantas, para capturar la luz solar. Estos pigmentos son capaces de absorber la luz de diferentes longitudes de onda, lo que permite aprovechar una mayor cantidad de energía solar. Además, estos pigmentos están integrados en una estructura de nanomateriales, que permiten una mayor eficiencia en la conversión de la energía solar en electricidad. Gracias a esta combinación de elementos, las células solares inspiradas en la fotosíntesis de las plantas pueden alcanzar eficiencias de hasta el 30%, superando ampliamente las células solares convencionales. El desarrollo de estas células solares podría tener un gran impacto en la industria energética, ya que permitirían aprovechar de manera más eficiente la energía solar y reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables. Además, al utilizar pigmentos naturales en lugar de materiales sintéticos, se logra un menor impacto ambiental. Si bien aún queda trabajo por hacer antes de que estas células solares puedan ser utilizadas a gran escala, este descubrimiento representa un gran avance en el campo de la energía solar y demuestra una vez más cómo la naturaleza puede ser una fuente de inspiración para la ciencia y la tecnología.