En un importante avance científico, investigadores han descubierto una nueva forma de almacenar datos en ADN, lo que podría cambiar por completo la forma en que almacenamos y recuperamos información. Se sabe que el ADN es la molécula portadora de la información genética en la mayoría de los organismos vivos, pero ahora se ha demostrado que también puede ser utilizado para almacenar datos digitales. La idea de utilizar ADN para almacenar información no es nueva, sin embargo, hasta ahora los métodos existentes eran costosos y difíciles de implementar a gran escala. Este nuevo enfoque, desarrollado por un equipo de científicos de la Universidad de Harvard, permite almacenar información en ADN de manera más eficiente y económica. El proceso consiste en codificar la información digital en secuencias de ADN y luego sintetizar esas secuencias en el laboratorio. Una vez sintetizadas, las secuencias de ADN se pueden almacenar en tubos de ensayo y luego recuperar y leer cuando sea necesario. Una de las ventajas de almacenar información en ADN es su durabilidad. Comparado con los sistemas de almacenamiento tradicionales, como discos duros o cintas magnéticas, el ADN puede conservarse durante miles de años sin degradarse. Esto significa que podría ser una solución a largo plazo para almacenar datos importantes, como archivos históricos o información genética de especies en peligro de extinción. Además de su durabilidad, el ADN también tiene una capacidad de almacenamiento muy alta. Los científicos han logrado almacenar hasta 215 petabytes (215 millones de gigabytes) de información en un solo gramo de ADN. Esto es equivalente a almacenar toda la información que existe en el mundo en una pequeña cantidad de ADN. Si bien este avance es muy emocionante, todavía hay desafíos técnicos que deben superarse antes de que el almacenamiento de datos en ADN se vuelva comercialmente viable. Uno de los desafíos es desarrollar métodos más rápidos y eficientes para sintetizar y recuperar secuencias de ADN. Sin embargo, los investigadores son optimistas y creen que en un futuro próximo podremos ver sistemas de almacenamiento basados en ADN en nuestras vidas cotidianas.