El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, se ha defendido de las acusaciones en una asamblea extraordinaria que tuvo lugar al día siguiente de que la FIFA abriera un proceso disciplinario en su contra. Este proceso se inició a raíz de varias denuncias recibidas tras la final del Mundial de Fútbol Femenino. En la asamblea, Rubiales tuvo la oportunidad de explicar su versión de los hechos y presentar pruebas que respaldaran su inocencia. El presidente aseguró que las acusaciones en su contra eran infundadas y que no había cometido ninguna conducta indebida durante el evento deportivo. Las denuncias contra Rubiales alegaban que había tratado de influir en el resultado del partido final del Mundial de Fútbol Femenino, utilizando su posición como presidente de la Federación Española de Fútbol. Además, se le acusaba de realizar comentarios inapropiados y de falta de respeto hacia los equipos participantes. Ante estas acusaciones, Rubiales se defendió argumentando que su compromiso siempre ha sido el de promover el juego limpio y el respeto hacia todos los equipos. Afirmó que todas sus acciones durante el Mundial fueron dentro de los límites establecidos por las reglas y que nunca intentó influir en el resultado del partido. La asamblea extraordinaria permitió a los miembros de la Federación Española de Fútbol escuchar las explicaciones de su presidente y resolver cualquier duda que pudieran tener. Al finalizar la reunión, se emitió un comunicado en el que se respalda la actuación de Rubiales y se reitera la confianza en su gestión al frente de la federación. A pesar de la defensa de Rubiales, el proceso disciplinario de la FIFA continúa en curso y se espera que pronto se lleve a cabo una audiencia en la que se evaluarán las pruebas presentadas tanto por el presidente como por los denunciantes. Mientras tanto, Rubiales ha expresado su confianza en que se demostrará su inocencia y que podrá seguir desempeñando su cargo con normalidad.