El presidente del colegio de enfermería Misiones, Sergio Ulrich, ha expresado su preocupación ante el incremento de denuncias relacionadas con personas que ejercen la profesión de enfermería sin contar con el título o la matrícula correspondiente. Este fenómeno ha generado una gran alarma en la comunidad médica y ha despertado la atención de los abogados especializados en temas de salud. Ulrich ha manifestado que el colegio ha recibido un aumento significativo en las denuncias por práctica ilegal de la enfermería. La falta de formación y capacitación adecuada pone en riesgo la salud y la seguridad de los pacientes, además de socavar la confianza en la profesión. El presidente del colegio ha destacado la importancia de contar con un registro de enfermeros debidamente titulados y matriculados, que garantice la calidad y la legalidad de los servicios de enfermería. Además, ha enfatizado la necesidad de concientizar a la población sobre la importancia de verificar la formación y la habilitación de los profesionales de la salud que contraten o consulten. La profesión de enfermería requiere de un adecuado nivel de conocimientos y habilidades, así como de una formación continua para mantenerse actualizado en los avances científicos y tecnológicos. El desconocimiento de estas exigencias pone en peligro la vida de los pacientes y puede derivar en consecuencias legales para aquellos que ejerzan sin los requisitos necesarios. Por otro lado, los abogados especializados en temas de salud han expresado su preocupación ante el aumento de casos en los que personas sin la formación requerida pretenden ejercer la enfermería. Estos casos pueden generar responsabilidad civil y penal para los involucrados, ya que el ejercicio ilegal de una profesión puede ser considerado un delito. En conclusión, la falta de control y vigilancia en el ejercicio de la enfermería ha llevado a un incremento de denuncias por parte de la sociedad. Es fundamental contar con profesionales debidamente formados y habilitados para garantizar la seguridad y la calidad de los servicios de salud. Asimismo, es responsabilidad de los pacientes y la comunidad en general verificar la formación y la matrícula de los profesionales de la salud con los que se relacionen.