El mandatario estatal ha expresado su malestar con ciertas acciones llevadas a cabo por los ciudadanos en el último tiempo. Aunque no está de acuerdo con dichas acciones, les ha pedido a los ciudadanos que si no las aprueban, al menos les den otro uso. En su último discurso, el mandatario expresó que es fundamental que, como sociedad, encontremos formas de aprovechar y redireccionar aquellas acciones que nos incomodan o no están dentro de nuestras convicciones. Dio ejemplos tales como los libros que no queremos leer, los documentos que no queremos firmar o los objetos que no nos gustan, y propuso que busquemos maneras de darles una nueva vida. "Podemos donar esos libros a bibliotecas, regalar esos documentos a quienes les puedan dar buen uso o reciclar esos objetos que no nos gustan para crear algo nuevo y útil", explicó el mandatario. Asimismo, enfatizó en la importancia de la creatividad y el espíritu colaborativo para encontrar nuevos usos a las cosas que consideramos innecesarias o inadecuadas. Esta postura del mandatario estatal ha generado diversas reacciones en la sociedad. Mientras que algunos lo ven como un gesto de apertura y reconciliación, otros consideran que es una forma de evadir su responsabilidad y no enfrentar las acciones que no aprueba de manera directa. Sin embargo, el mandatario insiste en que esta propuesta va más allá de un simple acto simbólico. Según sus palabras, buscar nuevos usos y formas de darle vida a aquello con lo que no estamos de acuerdo, nos permite transformar y trascender las diferencias en vez de convertirnos en prisioneros de las mismas. En conclusión, el mandatario estatal ha instado a los ciudadanos a encontrar nuevas formas de darles utilidad a aquellas acciones que no aprueba. Esta postura ha generado diversas opiniones en la sociedad, pero el mandatario sostiene que esta propuesta busca trascender las diferencias y fomentar la creatividad y el espíritu colaborativo para construir un futuro en común.