El tenista argentino Tomás Etcheverry ha demostrado un notable resurgimiento en la semana previa a Roland Garros. Su participación en el ATP 500 de Hamburgo, aunque finalizó en semifinales con una derrota ante Flavio Cobolli, se erigió como un punto de inflexión en su temporada. Tras un inicio de año irregular, Etcheverry alcanzó en Hamburgo su mejor nivel de 2025, mostrando un juego agresivo y preciso que lo llevó a dominar el primer set contra Cobolli con un contundente 6-2. Si bien el italiano logró remontar en los siguientes sets (7-5 y 6-4), la solidez mostrada por el argentino en el polvo de ladrillo alemán anticipa una mejora significativa en su desempeño. El análisis de su juego en Hamburgo revela un tenista con mayor confianza y seguridad en sus golpes, particularmente su derecha. La intensidad y la agresividad que exhibió son características que le permitieron imponer su ritmo de juego, aunque la experiencia y la constancia de Cobolli resultaron determinantes para inclinar la balanza a su favor en las últimas etapas del encuentro. A pesar de la derrota, la actuación de Etcheverry en Hamburgo le proporciona un gran impulso anímico y un ascenso en el ranking ATP. Los 200 puntos sumados por alcanzar las semifinales lo catapultarán hacia posiciones más altas en la clasificación, preparándolo para el desafío que representa Roland Garros. El sorteo del cuadro principal de Roland Garros ha deparado un debut complejo para Etcheverry: se enfrentará al griego Stefanos Tsitsipas, número 20 del mundo. Este encuentro representa un auténtico examen de fuego para el argentino, quien deberá desplegar todo su potencial para superar al talentoso tenista griego y avanzar en el torneo. Sin embargo, la confianza ganada en Hamburgo, la mejoría en su juego y el hambre de victoria que lo caracteriza, son armas valiosas que Etcheverry puede utilizar para enfrentar este desafío. Su experiencia en Roland Garros del año pasado, donde llegó a cuartos de final, le otorga una ventaja adicional, conocimiento del escenario y una mentalidad ganadora forjada en el exigente circuito profesional. El tenis argentino estará muy bien representado en Roland Garros, con la participación de otros jugadores como Francisco Cerúndolo, Sebastián Báez y Camilo Ugo Carabelli, entre otros. La expectativa generada alrededor de Etcheverry es alta, y su desempeño en París será observado con gran interés por los aficionados del deporte blanco. La pregunta queda en el aire: ¿Podrá Etcheverry superar las expectativas y replicar, o incluso mejorar, su actuación del año pasado en el prestigioso torneo francés? En resumen, la semana previa a Roland Garros ha sido fundamental para Tomás Etcheverry. Su participación en Hamburgo, a pesar de la derrota en semifinales, marca un punto de inflexión en su trayectoria y le brinda la confianza necesaria para afrontar con determinación el próximo gran desafío en París.