Las claves de las elecciones en Venezuela: un montaje de Maduro en medio de una grave ola represiva

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Análisis profundo de las elecciones anticipadas en Venezuela, marcadas por la represión, la baja participación y la división de la oposición. Un escenario electoral cuestionado a nivel internacional.

Nicolás Maduro impulsa elecciones parlamentarias y regionales anticipadas en Venezuela, en medio de una ola de represiva sin precedentes en los últimos seis meses. Este movimiento, lejos de fortalecer su régimen, parece más un intento desesperado por legitimarse tras una derrota electoral en 2024 y borrar el estigma del mayor fraude electoral en la historia de Latinoamérica. **Una campaña invisible:** La falta de entusiasmo es palpable. Encuestas muestran una abrumadora intención de abstención, cercana al 84.9%, lo que proyecta una participación mínima. Incluso alcanzar los tres millones de votos, cifra obtenida por Maduro en las presidenciales, se vislumbra como una tarea titánica para el chavismo. **Un proceso viciado:** Expertos electorales como Jesús Castellanos califican las elecciones de ilegales e ilegítimas. La opacidad en la convocatoria y el cronograma, la ausencia del código QR en las actas electorales (mecanismo clave de verificación en elecciones previas), y la premura en la fecha (adelantadas de diciembre a mayo) son solo algunas de las irregularidades que señalan un proceso viciado. La premura se explica por la necesidad urgente de Maduro de obtener algo de legitimidad, olvidando el resultado electoral de 2024, pero esta estrategia ha fortalecido la narrativa de victoria opositora. **Ruptura en la oposición:** El régimen chavista ha logrado una fractura dentro de la oposición. La minoría opositora, incluyendo figuras como Manuel Rosales y Henrique Capriles, decidió participar en las elecciones a pesar de la llamada a la abstención por parte de la mayoría, liderada por María Corina Machado. Esta división debilita la fuerza opositora y facilita la narrativa de victoria para el chavismo, aunque no implica necesariamente un fortalecimiento de Machado. **Tensión por el Esequibo:** La disputa territorial por el Esequibo, rico en recursos naturales, añade otra capa de complejidad. Maduro planea elegir un gobernador y parlamentarios para esta región en disputa con Guyana, lo que ha generado fuertes protestas por parte de Guyana y amenazas de acciones militares. El gobierno de Guyana, con apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña y Brasil, ha denunciado enfrentamientos armados en la frontera y considera traidores a quienes participen en las elecciones chavistas. **Ola de arrestos:** La represión antes de las elecciones ha sido brutal. El régimen ha llevado a cabo numerosos arrestos de opositores y extranjeros, incluyendo un abogado argentino y un dirigente cercano a Machado. Estas acciones acentúan el clima de miedo y limitan aún más la posibilidad de una participación democrática real. En resumen, las elecciones en Venezuela parecen un montaje orquestado por Maduro para intentar recuperar legitimidad, aprovechando la división de la oposición y en un contexto de grave represión. Sin embargo, la baja participación esperada y la falta de credibilidad internacional probablemente no le otorgarán la legitimidad que busca.
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